La familia de Gabriela Reyes y un grupo de vecinos y amigos se han concentrado este sábado en el barrio de San Jorge para denunciar la falta de información sobre las causas de su trágico final. Como se recordará, el cuerpo de Gabriela fue hallado el pasado mes de febrero tras perderse su rastro en la madrugada del 7 de diciembre.
Una veintena de personas han secundado la concentración en el que destacaban carteles como el de la hermana de la fallecida, Mariel quien de forma silenciosa denunciaba este hecho con un cartel en el que rezaba "¿Qué tengo que hacer para saber qué le pasó a mi hermana?" y otras personas llevan carteles con lemas como "¿Así funciona la justicia en Pamplona? Primer mundo ja ja ja".
Las investigaciones son secretas por orden judicial, aunque lo que se sabe por ahora es que el examen forense revelaba que Gabriela habría fallecido por ahogamiento en el río Arga, respaldando la hipótesis inicial de los investigadores de la Policía Nacional. Es importante destacar que los resultados preliminares no indicaron indicios de muerte violenta ni de traumatismos antes de su trágico final.
Gabriela Reyes fue vista por última vez saliendo del bar Antequera de San Jorge durante la madrugada del 7 de diciembre. Su intención era dirigirse a casa de su novio, pero según sus declaraciones se quedó dormido, y en ese momento se pierde el rastro de Gabriela. La búsqueda inicial llevó a la policía a encontrar algunas de sus pertenencias, como su bolso y su teléfono móvil cerca del río Arga en San Jorge, lo que marcó el inicio de las sospechas de que el río estaba vinculado a su desaparición.
Otra pista que llevó a una cierta confusión fue que la tarjeta de crédito de Gabriela había sido utilizada estando ella desaparecida, pero corroboró que se trataba de alguien que se la encontró en el suelo y la utilizó una vez.
A pesar de la incertidumbre y la falta de respuestas, la familia de Gabriela mantenía la esperanza de encontrarla con vida. Sin embargo, los resultados de la autopsia confirmaron que Gabriela falleció en el río Arga por ahogamiento. La ubicación del cuerpo, a tres kilómetros del lugar donde se hallaron sus pertenencias, ha generado preguntas sobre por qué el cuerpo no fue encontrado antes.
La explicación de los profesionales de búsqueda sugiere que el cuerpo podría haber estado "a dos aguas", una condición que dificulta su detección tanto en el fondo como en la superficie del río. La crecida del río y los gases producidos por la descomposición del cuerpo pueden haber contribuido a que el cuerpo de Gabriela no fuera visible anteriormente, pese a que bomberos habían rastreado esa zona del rio Arga dos veces, apoyados por medios aéreos. Finalmente, las condiciones del río Arga llevaron a que el cuerpo aflorara a la superficie.
