Un joven de Burlada relata su experiencia en el Medusa Festival: "Intentamos salir por la zona de emergencias, pero la policía había bloqueado las salidas”

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El pasado sábado 13 de agosto, un reventón cálido ocurrido en Cullera, donde se celebraba el festival Medusa Sunbeach provocó la muerte de un joven de 22 años y otras 40 personas heridas tras caer una de las estructuras del escenario.

Entre los asistentes a este festival que reunió a 300.000 personas estaba Ekaitz Ortiz, un joven de Burlada de 18 años que viajó a Cullera a disfrutar de unos días de música con su novia y dos amigos.

Este joven narra como hacia las 3 o 4 de la madrugada del sábado subieron las temperaturas y empezó a soplar el viento muy fuerte, por lo que se alejaron de donde estaba la mayoría de la gente, como muchas otras personas que empezaba a abandonar la zona del escenario. “Como parecía una emergencia, intentamos salir por la zona de emergencias, pero nos dimos cuenta que la policía había bloqueado las salidas”, narra Ekaitz, que señalaba que estaban evacuando por la entrada normal, algo que “no veíamos muy lógico”.

“Una vez en la fila para salir, empezamos a ver muchas ambulancias, gente corriendo, gritando, con ataques de ansiedad, etc”, explica Ekaitz, que añade que también su novia “lo estaban pasando mal en ese momento”. Afirma como veían que las estructuras de metal “se balaceaban un montón” y al llegar a la zona del camping vieron como había muchas tiendas voladas o destrozadas, así como estructuras de las tiendas partidas por la mitad. Por suerte, sus tiendas quedaron en buenas condiciones, aunque Ekaitz señala que tras lo vivido, “aunque llegamos al camping a las 7 de la mañana, no me pude dormir hasta las 12 por miedo a que pudiera pasar cualquier cosa”.

El reventón cálido es un fenómeno meteorológico imprevisto consistente en una corriente de aire caliente muy rápida. En este caso, Ekaitz relata que duró aproximadamente una hora, y al suceder en una zona junto la playa el viento levantó toda la arena. “Al llegar a la tienda nos sonamos los mocos y salía mucosa negra de toda la arena que habíamos inspirado”, afirma este joven.

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