Te presentamos algunos consejos prácticos que allanan el camino independietemente de si estás (o no) llevando a cabo una dieta para adelgazar.
1- Cambios graduales: En lugar de realizar cambios drásticos de la noche a la mañana, opta por ajustes graduales en tu estilo de vida. Establecer metas realistas y alcanzables te permitirá integrar hábitos de vida saludables de manera más efectiva y duradera. Y es que , pequeñas modificaciones en tu alimentación y en la actividad física pueden marcar una gran diferencia a largo plazo
2. Ejercicio físico placentero: Encuentra formas de ejercicio que disfrutes. No todo el mundo tiene que correr maratones o levantar pesas en el gimnasio. Bailar, caminar por el monte, andar en bicicleta o practicar deportes son opciones perfectas. El objetivo es incorporar actividad y ejercicio físico de manera regular sin que esta se convierta en una carga.
En los casos en los que mis pacientes no tienen experiencias deportivas previas, les recomiendo hacer ejercicio en compañía de otras personas, para favorecer la motivación y evitar saltarse las rutinas, algo en lo que es mucho más fácil caer si se practica en soledad.
3. Descanso y gestión del estrés: La falta de sueño y el estrés crónico pueden afectar negativamente tus esfuerzos para adelgazar. Por eso, prioriza el descanso y busca actividades que te ayuden a relajarte, como la meditación, la lectura o el yoga.
4. Busca el equilibrio y no te culpabilices: No nos ayuda en nada sentirnos mal por, en un momento dado, comer cosas que sabemos que no nos vienen bien. Si tenemos consecuencias como dificultades para dormir o tener una mala digestión como resultado, aprendamos de ellas y, si no, relativicemos.
5. Escucha a tu cuerpo: Aprende a sintonizar con las señales de tu cuerpo y no te dejes guiar por las modas; si sientes que necesitas una alimentación con más verduras o con más proteína o hacer ayunos, proponlo para facilitar el camino. Presta atención a cómo ciertos alimentos te hacen sentir y ajusta en consecuencia tu dieta para adelgazar.
Escuchar a tu cuerpo te permite desarrollar una relación más saludable con la comida. Además, come despacio y mastica bien los alimentos, disfrutando de sus olores y sabores, siendo así más consciente de lo que necesita tu cuerpo.
6. Celebrar los pequeños logros: Celebra tus éxitos, incluso los pequeños. La pérdida de peso (grasa) no siempre ocurre de manera lineal, y es importante reconocer y celebrar los progresos, sin importar cuán pequeños sean. Establece metas a corto plazo y celébralas para mantener la motivación en tu viaje.
7. Disfruta el camino: Recuerda que se trata de un viaje a largo plazo, y el equiibrio y al consistencia son claves para alcanzar y mantener un estilo de vida saludable.No te agobies y ve paso a paso. Recuerda que lo más importante es encontrar un buen balance entre cuidarte sin dejar de hacer lo que te guste: comer un helado de vez en cuando, disfrutar de unas cañas con tus amistades… Esto también es fuente de placer y bienestar, siempre y cuando sepamos administrar esos momentos.
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