Tienen más de 160 años y mantienen el mismo espíritu sanferminero sin mirar la edad. Los ocho gigantes de Pamplona salen cada mañana de San Fermín a recorrer las calles de la ciudad al son de la música y en compañía de un público familiar fiel y entregado a las carreras delante de los kilikis y zaldikos, a los golpes de las vergas y a los bailes que puntualmente realizan durante el recorrido. Este lunes, por ejemplo, la Comparsa ha realizado la tradicional visita a los mayores de la residencia de La Casa de la Misericordia.
En esta segunda parte de las fiestas, la comparsa saldrá todos los días desde el Palacio de Ezpeleta a la hora habitual, a las 9.30 horas de la mañana. Todos los días regresarán también a ese mismo punto de la calle Mayor, excepto el 14 de julio, que se guardarán en el Palacio de Navarra tras la despedida en la Plaza del Castillo. El Casco Antiguo centra los recorridos diarios de la comparsa, con diferentes rutas para pasar por todos los burgos históricos de la ciudad. El último día de fiestas, el 14 de julio, la comparsa acompañará a la Corporación municipal en cuerpo de ciudad hasta la Octava de San Fermín que se celebrará en la capilla del santo en la iglesia de San Lorenzo.
A media mañana, en torno a las 11 u 11.30 horas, dependiendo de los días, la comparsa de Gigantes y Cabezudos realiza un descanso para reponer fuerzas. Desde el año pasado, ese descanso es activo, pues se organizan actividades y juegos para los más pequeños y las más pequeñas disfruten la comparsa desde otro punto de vista. Toricos con ruedas y agua, marionetas, cuentacuentos, magia… cualquier actividad mantiene al público infantil entregado durante los minutos de espera hasta volver a ver bailar a los gigantes.
La Comparsa de Gigantes y Cabezudos está compuesta por 25 figuras (8 gigantes, 5 cabezudos, 6 kilikis y 6 zaldikos) realizadas en cartón piedra, madera y tela. Las figuras son propiedad del Ayuntamiento de Pamplona y desfilan al ritmo de la música cada día de San Fermín y otras fechas concretas del año. En 1860 el artista pamplonés Tadeo Amorena, a petición del propio Ayuntamiento, construyó los 8 gigantes representación de cuatro razas o territorios del mundo (Europa, Asia, África y América) y 2 kilikis. En sucesivos años, diferentes talleres artesanales realizaron las demás figuras. Todas ellas son porteadas y bailadas por la Asociación Cultural Gigantes de Pamplona.
