La Asociación de Personas Sordas de Navarra (ASORNA) ha celebrado esta mañana un acto para conmemorar sus 65 años de trabajo por y para las personas sordas de Navarra, lo que la convierte en la entidad más antigua de la discapacidad en la Comunidad Foral.
Durante el acto, que ha contado con la presencia del vicepresidente del Gobierno de Navarra, Javier Remírez; el alcalde de Pamplona, Enrique Maya; la presidenta de la Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE), Concha Díaz; y la presidenta de ASORNA, Sofía de Esteban, la asociación ha realizado un recorrido por su trayectoria y ha destacado cómo su colaboración con instituciones públicas y sociedad civil “ha contribuido a hacer de Navarra una comunidad más accesible e inclusiva para las personas sordas”.
Así lo ha manifestado Sofía de Esteban durante su intervención: “Este trabajo conjunto nos ha permitido poner en marcha programas fundamentales en materia de educación, inserción laboral, mediación social y atención a aquellos colectivos especialmente vulnerables como las personas mayores sordas, las personas sordas migrantes, las mujeres sordas, y las personas sordas en riesgo de exclusión social”. Asimismo, Esteban ha enfatizado la intención de ASORNA de seguir trabajando para que Navarra reconozca la lengua de signos como algo más que una herramienta de accesibilidad de la lengua de signos no solo como herramienta de accesibilidad: “Los derechos lingüísticos de las personas sordas de Navarra han de contemplarse en una Ley Foral”.
En esta misma línea se ha pronunciado la presidenta de la CNSE al recordar que la futura Ley Foral de atención a las personas con discapacidad en Navarra debe recoger la lengua de signos como lengua natural de las personas sordas y sordociegas, y apoyar esa doble vertiente (accesibilidad y derechos lingüísticos) aludida por la presidenta de ASORNA y contemplada en la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. “Las personas sordas debemos tener plena libertad para elegir la lengua que necesitamos para participar en condiciones de igualdad de la vida educativa, cultural, política, económica y social”. En este sentido, Concha Díaz ha felicitado a la asociación por sus 65 años de fortaleza, unidad y resiliencia: “Con vuestra labor habéis contribuido a demostrar que las creencias limitadoras y limitantes sobre lo que es o lo que debe ser una persona sorda, no tienen cabida en esta sociedad”.
Por su parte, el vicepresidente del Gobierno de Navarra, Javier Remírez, ha alabado la trayectoria de ASORNA, a la que ha calificado como “una entidad capaz de articular las necesidades de este colectivo y convertirse en voz y defensa de sus libertades”. Remírez ha insistido en la importancia de “trabajar a favor de la lengua de signos como garante de los derechos de la comunidad sorda navarra”, y ha destacado el compromiso de la administración autonómica con la accesibilidad a través de iniciativas como la formación en lengua de signos al funcionariado, la incorporación de intérpretes en actos públicos, o el servicio de videointerpretación SVIsual. “Gracias a la colaboración con ASORNA, SVIsual está presente en los departamentos de Salud y Justicia, en comisarías de Policía, y en la Junta Arbitral de Consumo de Navarra”.
Un objetivo el de avanzar en materia de accesibilidad, que tal y como ha señalado el alcalde de Pamplona, Enrique Maya, también comparte el gobierno municipal: “La lengua de signos es un derecho de las personas sordas que repercute de forma beneficiosa en toda la sociedad”.
Para finalizar, ASORNA ha compartido con el público asistente un emotivo vídeo en el que se hace un recorrido por los momentos más destacados de estos 65 años de historia de la asociación
ASORNA
La Asociación de Personas Sordas de Navarra, ASORNA, es una organización no gubernamental, sin ánimo de lucro, fundada en 1957 con el objetivo de luchar por la igualdad de las personas sordas, reivindicando su diversidad, su espacio en la sociedad, sus derechos, su lengua propia y su cultura. En 1984 ASORNA fue declarada entidad de utilidad pública. Nuestra labor parte de la defensa y el empoderamiento de todas las personas sordas y sus familias y del fortalecimiento de su red asociativa.
