Osasuna cerró la primera mitad de la temporada, a 31 de diciembre de 2024, con un beneficio de 1.367.857 euros después de impuestos. El club había previsto un beneficio de 39.000 euros en la temporada completa, por lo que el desempeño económico de la campaña está resultando sensiblemente mejor de lo esperado inicialmente. La previsión para la segunda mitad de la temporada, salvo entrada de ingresos extraordinarios, llevará en principio a una ligera reducción de esa cifra, aunque en cualquier caso por encima de las previsiones iniciales presentadas en la última Asamblea Ordinaria.
Los ingresos han respondido por ahora a lo pronosticado por el club al comienzo del curso. En conjunto, los capítulos más relevantes como son la televisión, las taquillas y la publicidad marchan en los números esperados. Siguiendo la senda prevista también, los ingresos se han impulsado con la venta de David García (8,75 millones) y el mecanismo de solidaridad de Mikel Merino (1 millón) tras su salida a la liga inglesa desde la Real Sociedad. A ello se ha sumado el ingreso de 350.000 por una de las variables recogidas en el contrato de traspaso del Chimy Ávila al Real Betis.
En total 10,2 millones de euros de ingresos que han permitido afrontar la inversión necesaria para reforzar el equipo con la llegada de Abel Bretones (2,8 millones) y Enzo Boyomo (5 millones), así como incrementar el límite salarial para mejorar la plantilla con incorporaciones como Bryan Zaragoza, cedido desde el Bayern de Múnich.
La explicación a un beneficio mayor de lo previsto hay que buscarla en los gastos, que están siendo menores de lo inicialmente calculado. En ello han influido por ejemplo los menores gastos de aprovisionamientos fruto del nuevo contrato con Macron y una ligera reducción también de los gastos operativos. Los gastos salariales, los más importantes, se mantienen sobre lo previsto hasta diciembre, aunque experimentarán una ligera mejoría en la segunda mitad de la temporada tras las salidas de jugadores producidas en el mercado de invierno.
La auditoría de estados intermedios destaca asimismo que la deuda neta de la entidad se sitúa a 31 de diciembre en 66,8 millones de euros, un dato que supone un incremento de 4,3 millones con respecto a los datos de junio de 2024 (62,5 millones) y a su vez es una cifra algo más baja que los 67,1 millones de diciembre de 2023. El incremento se corresponde con cobros anticipados de televisión de los primeros meses de 2025. Sin embargo, la previsión es que a final de temporada la deuda se sitúe en cifras similares a las de junio de 2024, aunque todo ello dependerá del avance de las obras en Tajonar y de la necesidad de ir disponiendo de dinero del Plan Impulso para ello. Esta es una circunstancia que en principio debe producirse después del mes de junio pero que, en caso de adelantarse las obras, podría alterar la previsión anteriormente comentada.
Lo más destacado en este apartado es que ya resulta muy visible la reordenación de toda la deuda del club con la llegada del Plan Impulso. Una vez eliminados los préstamos para la reforma del estadio, el principal objetivo es ahora deshacerse del préstamo de Rights & Media, que se solicitó en la pandemia de COVID-19 por importe de 12 millones. Cuando finalice esta temporada quedarán 90.000 euros para liquidar en el mes de julio y eliminarlo por completo. Es decir, en cuatro meses dicho préstamo quedará amortizado. Una vez que eso ocurra, la deuda del club será en su mayor parte con LaLiga (Plan Impulso) a largo plazo y quedarán los tres préstamos solicitados por directivas anteriores en mayo de 2003.
En este sentido, la auditoría diferencia la deuda con LaLiga (CVC) del resto de la deuda, que en diciembre se situaba en 26 millones de euros. La auditoría destaca la mejora del EBITDA del club. Sin tener en cuenta la deuda con LaLiga, el club podría liquidar su deuda en 2,3 años con los recursos que genera, mientras que si se tiene en cuenta la deuda con LaLiga también, ese plazo es de 5,9 años.
La auditoría también destaca la evolución “muy positiva” del Fondo de Maniobra, que mejora en 8 millones con respecto a junio de 2024 y se sitúa, aunque todavía en números negativos, en -20,6 millones.
Por último, la caja del club tenía disponibles, a 31 de diciembre de 2024, un total de 6 millones de euros, según se desprende de los datos de tesorería.
En el horizonte queda el proyecto Futuro Tajonar para reformar las instalaciones de entrenamiento del club. Se hará con cargo a los fondos del Plan Impulso que el club todavía tiene pendientes de recibir. El ritmo con el que se inicien las obras y su desarrollo harán que Osasuna vaya disponiendo del dinero antes o después, lo que afectará al volumen de la deuda neta, así como la compra de una nueva parcela en Tajonar por importe de 4 millones de euros. Además de los 166.000 metros cuadrados adquiridos en 2022, el club adquirió recientemente otra parcela de 28.000 metros cuadrados por 4 millones de euros (más IVA). De ellos ya se ha pagado el primer millón, así como 840.000 euros del IVA completo de la operación. Es decir, al club le quedan por pagar 3 millones de euros (2025, 2026 y 2027) que lógicamente figurarán como deuda hasta que sean saldados, pero que no se reflejan todavía en la auditoría de diciembre.
Informe Auditoría 31-12-24