Pamplona Actual

Inolvidables: Agua y esperanza en Jacmel, Haití

Cruz Roja Española impulsa un proyecto de potabilización de agua y promoción de la higiene que está transformando vidas en Haití

PUBLICIDAD

Sensibilización en escuelas sobre la promoción de higiene

Formación previa a los voluntarios acerca del tratamiento de agua

Práctica de lavado de manos tras la formación en las viviendas

Sensibilización a las familias en las viviendas

Formación sobre el tratamiento del agua a domicilio

Recepción de kits por beneficiarios

Talleres de sensibilización

  • A esta acción solidaria le damos visibilidad dentro del proyecto «Inolvidables», una iniciativa de la Fundación Caja Navarra

En la región del sudeste de Haití, donde se encuentra la comunidad de Jacmel, el acceso a agua potable y saneamiento ha sido un desafío histórico. A esta problemática, agravada por desastres naturales recurrentes como terremotos y huracanes, se suma una preocupante incidencia de enfermedades relacionadas con el agua contaminada. Ante esta realidad, Cruz Roja Española impulsó un proyecto de potabilización de agua y promoción de la higiene que está transformando vidas.

Tomás San José Fernández, jefe de delegación de Cruz Roja Española en Haití, destaca que «la necesidad de este proyecto surgía de una realidad alarmante: muchas familias dependían de fuentes de agua no tratadas, como ríos y pozos contaminados, lo que generaba altos índices de enfermedades como diarrea y cólera». Este escenario, que afectaba especialmente a los niños y niñas en edad escolar, llevó a Cruz Roja a diseñar una intervención integral que combinara soluciones técnicas con educación comunitaria.

El proyecto no solo se enfocó en proporcionar agua potable a las escuelas, sino también en capacitar a las comunidades para el tratamiento del agua en el ámbito domiciliario y fomentar prácticas higiénicas. Gracias a estas acciones, las familias han adoptado métodos sencillos como el uso de cloro y la filtración, lo que ha reducido significativamente la incidencia de enfermedades hídricas. Además, talleres y campañas educativas han promovido hábitos como el lavado de manos y la disposición adecuada de residuos, que ahora forman parte de la rutina diaria de muchas familias.

Superando desafíos con innovación y participación

Implementar estos cambios no estuvo exento de dificultades. La escasez de insumos y la desconfianza inicial de las comunidades hacia los métodos de potabilización fueron algunos de los principales obstáculos. Sin embargo, como explica Tomás San José, «la clave fue adoptar un enfoque participativo, involucrando a líderes comunitarios, estudiantes y familias en el diseño y ejecución del proyecto». Campañas educativas en criollo y demostraciones prácticas lograron superar estas barreras, fomentando la confianza y el compromiso de la comunidad.

Asimismo, la sostenibilidad ha sido un eje central del proyecto. La creación de comités escolares y comunitarios encargados del mantenimiento de las infraestructuras, así como la capacitación de voluntarios locales, ha garantizado que las soluciones implementadas sean duraderas y replicables. Estas medidas no solo han mejorado la salud de la población, sino que también han empoderado a las comunidades para enfrentar futuros desafíos relacionados con el agua.

Tomás San José recuerda que «la situación política y social de Haití plantea retos considerables para el trabajo humanitario, desde restricciones logísticas y riesgos de seguridad hasta limitaciones institucionales. San José Relata que en Haití la inseguridad ha obligado en ocasiones a realizar evacuaciones preventivas, como ocurrió en el proyecto de Jacmel, donde el personal expatriado de Cruz Roja Española tuvo que trasladarse temporalmente a República Dominicana para salvaguardar su seguridad​. Este tipo de situaciones afecta la continuidad de las actividades y la confianza de las comunidades en los proyectos.

Sin embargo, prosigue insistiendo en que «Cruz Roja ha demostrado que, mediante la adaptación de estrategias de colaboración comunitaria y la flexibilidad operativa, es posible superar muchas de estas barreras y continuar trabajando para mejorar las condiciones de vida en comunidades vulnerables como Jacmel».

«Cuando llegamos a Jacmel, sabíamos que el acceso al agua potable era un problema crítico, pero fue a través de las voces de las familias, los profesores y los niños que comprendimos las dimensiones humanas de esta necesidad. No se trata solo de infraestructura o de números en un informe; se trata de las madres y padres preocupados por la salud de sus hijos, de los maestros que ven cómo sus estudiantes faltan a clase por enfermedades prevenibles, y de los niños que merecen algo tan básico como beber agua sin temor a enfermarse. Escuchar nos permitió diseñar un proyecto que respondiera no solo a las estadísticas, sino también a los sueños y preocupaciones de las personas», asegura Tomás San José. 

Un esfuerzo inolvidable

A esta acción solidaria le damos visibilidad dentro del proyecto «Inolvidables», una iniciativa de la Fundación Caja Navarra para re-informar a la sociedad sobre esas crisis mundiales, aún latentes, de las que ya poco (o nada) se habla. «En un mundo que a menudo olvida estas realidades, iniciativas como ‘Inolvidables’ nos permiten destacar el impacto positivo que tienen proyectos como este en la vida de miles de personas», subraya Tomás San José.

«Desde mi experiencia como Jefe de Delegación de Cruz Roja Española en Haití, he sido testigo de cómo los proyectos de cooperación internacional no sólo salvan vidas, sino que transforman realidades y abren oportunidades para comunidades que enfrentan condiciones extremadamente adversas. Mi mensaje a las administraciones públicas y a la sociedad española es claro: el apoyo a la cooperación internacional no es solo un acto de solidaridad, es una inversión en un mundo más justo, seguro y sostenibles», insisten desde Cruz Roja .

«Proyectos como el de potabilización de agua en Jacmel no se limitan a resolver necesidades inmediatas; generan un impacto duradero al fortalecer capacidades locales, empoderar a las comunidades y construir resiliencia frente a las crisis. Cuando apoyamos estos proyectos, no sólo estamos proporcionando agua potable o mejorando la higiene, estamos devolviendo dignidad a las personas, asegurando que los niños puedan ir a la escuela sin enfermarse, que las familias puedan vivir con menos miedo a enfermedades prevenibles, y que las comunidades puedan visualizar un futuro mejor. Quiero enfatizar que la cooperación internacional no es caridad, es corresponsabilidad. En un mundo interconectado, las crisis que enfrentan países como Haití tienen repercusiones globales, desde la salud pública hasta la estabilidad política y social. Al invertir en cooperación, contribuimos a la creación de sociedades más fuertes, capaces de enfrentar sus desafíos con autonomía, lo que beneficia no solo a esas comunidades, sino también a nuestra propia seguridad y bienestar como sociedad global».

En síntesis, el proyecto de potabilización de agua en Jacmel es un modelo de intervención integral que combina asistencia técnica, educación y empoderamiento comunitario. Gracias al esfuerzo conjunto de Cruz Roja Española, Cruz Roja Haitiana y la población local, se está construyendo un futuro más saludable, resiliente y digno para las comunidades haitianas.

No te olvides de Haití.


 

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN