Desde este mes de octubre, y durante los próximos tres meses, el Ayuntamiento de Pamplona va a actuar en el talud y en la calzada de la Bajada del Portal Nuevo, entre el puente de Curtidores y los corrales de Santo Domingo. Se intervendrá para reparar las grietas de la calzada, para contener el desplazamiento del talud del muro norte (el de la derecha en sentido bajada) y para solucionar problemas de drenaje sobre todo en el lienzo sur, del que se filtra agua a la acera de forma cuasipermanente.
La Junta de Gobierno Local ha aprobado la adjudicación de estas obras a la empresa Guillén Obras y Proyectos S.L. por un importe de 134.621,86 euros, con una baja del 7% respecto al precio de licitación, que fue de 144.599,21 euros. Este contrato deriva del acuerdo marco para obras de rehabilitación de espacios públicos. En concreto, los trabajos se van a dividir en cuatro actuaciones: reparación de la zona agrietada en la calzada, generación de una nueva zanja drenante que discurra por el lado sur de la calzada, la ejecución de una arqueta de conexión con las conducciones existentes de pluviales y, por último, el drenaje del muro sur.
En marzo de 2020 el Ayuntamiento de Pamplona se puso en contacto con la empresa Nostratec Ingeniería y Diseño para que esta estudiara los asientos y desplazamiento que se habían detectado en la calle Bajada del Portal Nuevo. La zona consta de un muro de mampostería en su zona norte de 5,5 metros de altura, que permite disponer de una plataforma sobre la ladera existente, sobre la que se ubica la calle. En ella existen dos aceras de aproximadamente 1,4 metros de ancho y una calzada de 5,10 metros de anchura. En la zona sur, conteniendo la ladera, existe otro muro de mampostería de entre 3 y 4 metros de altura máxima.
Durante el estudio de la zona se observaron desplazamientos de 1 o 2 centímetros entre la coronación del muro norte y la acera. En la zona más cercana a los corrales, se han generado asientos de unos 5 o 10 centímetros, que han originado grietas en la calzada. En el muro sur, el principal problema detectado es la salida de agua constante por la cara vista del mismo. Los sondeos que se han vuelto a realizar en mayo de este año confirman el aumento de ese desplazamiento en el muro norte de contención, ha informado el Consistorio.
CUATRO ACTUACIONES PARA ADECUAR LA ZONA
La reparación de la zona agrietada en el pavimento del entorno de los corrales de Santo Domingo se llevará a cabo en una superficie de casi 400 m2 e incluirá acera y calzada. Una vez realizado el saneo de la zona, se dispondrán tres capas de geomalla biaxial para asentar el terreno. La zona de acera se procederá a su reconstrucción con bordillo calizo calatorao, rigola de hormigón y adoquín monocapa similar al existente.
La nueva zanja drenante, con una longitud de 186 metros, discurrirá del noroeste de la agrietada hasta la intersección con el saneamiento existente al inicio del puente de Curtidores. En esa zona se ejecutará una nueva arqueta de conexión con la red de pluviales, con unas dimensiones exteriores de 1,4 x 1,4 metros, y con las características necesarias para asegurar su estanqueidad y la unión con el tubo proveniente de la nueva zanja drenante.
La cuarta actuación tiene que ver con el drenaje del muro sur, donde existen una serie de salidas de agua cuasipermanentes. Para corregir estos problemas se ha previsto realizar un saneo en el trasdós del muro y en toda su altura, así como el relleno con grava de esas zonas. El agua recogida por la grava del trasdós del muro sur se conectará con la nueva zanja drenante mediante cinco tubos de saneamiento. Estos tubos deberán atravesar el muro sur existente por lo que será necesario realizar los trabajos que permitan el paso de esas nuevas tuberías. En las zonas donde se dispongan los anteriores tubos habrá que retirar la acera, bordillo y rigola existentes y volver a ejecutarlos con posterioridad.
Estos trabajos supondrán una grave afección al tráfico, especialmente al rodado, que se están abordando junto a Policía Municipal, pues se trabajará en la calzada de una de las vías de acceso al Casco Antiguo. Al habitual tráfico que generan los residentes, se une el transporte escolar del colegio Santo Tomás - Dominicas, las obras en el baluarte de Parma, las villavesas o los servicios de recogida de residuos, entre otros. Se buscarán las medidas oportunas para minimizar las afecciones que se produzcan con la obra, ha dicho el Ayuntamiento.