Pamplona quiere crear entre 1.200 y 1.600 viviendas protegidas en los próximos ocho años. La cifra, además, ascenderá a 4.000 en años sucesivos, de la mano del nuevo desarrollo de Donapea, donde se prevé construir 5.000 viviendas, de las que la mitad serán vivienda protegida. De las viviendas asequibles previstas para los próximos ocho años, una buena parte corresponderá alquiler social (cerca de 600), otras provienen de VPO fruto de la subasta de terrenos municipales (un mínimo de 410) y otras, que en la actualidad son viviendas vacías, saldrán al mercado en régimen de alquiler dentro de la Bolsa Foral de Alquiler. Además, se creará la figura de los alojamientos de emancipación juvenil y se impulsarán cooperativas de vivienda y proyectos colaborativos para personas mayores.
Así se desprende del Plan Municipal de Vivienda Asequible, presentado por el alcalde de Pamplona, Joseba Asiron, en rueda de prensa. El Plan, que ahora deberá seguir su trámite hasta la aprobación definitiva, es un documento pactado entre el equipo de Gobierno (EH Bildu, Geroa Bai y Contigo-Zurekin) y el grupo Socialistas del Ayuntamiento de Pamplona, y se sustenta en una colaboración con el Gobierno de Navarra. En la presentación, han participado también Joxe Abaurrea, concejal delegado de Gobierno Estratégico, Urbanismo, Vivienda y Agenda 2030; Koldo Martínez, concejal delegado de Promoción Económica, Proyección Europea, Innovación, Juventud y Cooperación al Desarrollo; y Txema Mauleón, concejal delegado de Acción Social.
El documento pretende dar respuesta, a través de distintas vías, todas ellas complementarias, a la creciente necesidad de vivienda asequible, digna y adecuada, como una herramienta de cohesión social. En este sentido, los últimos datos recogidos en Pamplona, estiman que las familias destinan un 45% de su renta a sufragar los gastos de vivienda, y que la edad de emancipación ha aumentado hasta los 29,7 años.
Ante esta situación, el Ayuntamiento de Pamplona ha confeccionado este plan que se articula en cuatro bloques concretos. En primer lugar, aborda la gestión social y sostenible del suelo municipal. Dentro de este bloque, plantea el uso de suelo dotacional para crear 402 viviendas de alquiler social, 82 alojamientos dedicados a la emancipación de los jóvenes y alojamientos colaborativos, además de 12 apartamentos tutelados para mayores. Este reparto de viviendas se hará en distintos barrios, aprovechando parcelas todavía sin desarrollar, como en Buztintxuri, Milagrosa-Arrosadía, Azpilagaña, Txantrea, Etxabakoitz Norte, Rochapea, San Juan y San Jorge. Las promociones de vivienda social estarán dirigidas a jóvenes y familias vulnerables, en una proporción de 65-35%. Además, se planteará el uso de bajos comerciales como viviendas, atendiendo a las necesidades de cada zona, pudiendo mezclarse con fines dotacionales y comerciales.
Además del uso de suelo dotacional, el Plan prevé también destinar a vivienda protegida el patrimonio municipal de suelo, bien para alquiler, alquiler con opción de compra o compra-venta. No obstante, en todos los casos, la vivienda protegida mantendrá esa condición con carácter indefinido e inalterable. Ya en 2023 se subastaron distintas parcelas con estos fines, que garantizan la puesta en el mercado de 300 VPO, un tercio de ellas en alquiler. También se han subastado ya 13 parcelas municipales en Lezkairu (3), Arrosadía (9) y Sadar (1), para la construcción de vivienda libre, de forma que los ingresos generados puedan destinarse a proyectos de rehabilitación, renovación y regeneración urbana.
El nuevo documento prevé desarrollar viviendas mediante cooperativas en varios puntos de la ciudad, como la calle Mayor, la calle Santo Andía, San Jorge y Buztintxuri.
Planificación y rehabilitación
En un segundo bloque, el Plan Municipal de Vivienda aborda la nueva planificación urbanística de Pamplona, en la que se hace especial mención al nuevo desarrollo de Donapea, donde se prevé construir 5.000 viviendas, la mitad de ellas protegidas; así como varios Planes de Sectoriales de Incidencia Supramunicipal (PSIS). En este aspecto, el Ayuntamiento colaborará en lo que a las materias de vivienda y planeamiento se refiere, en ámbitos como el PSIS de Etxabakoitz, Beloso o la UPNA.
Un tercer bloque se centra en la rehabilitación, la regeneración urbana, las viviendas vacías y los solares privados sin edificar, y comprende cinco medidas concretas. Así, destaca la aplicación de la nueva ordenanza de rehabilitación, que extiende las ayudas máximas a todos los barrios; la apertura de la nueva oficina de regeneración urbana y transición energética en el barrio de Milagrosa-Arrosadía; y la oficina Efidistrict, como elemento clave para contribuir a los proyectos de rehabilitación en el barrio de Txantrea. También se abordarán, dentro de las acciones de regeneración urbana, los Proyectos de Intervención Global (PIG) de la plaza Santa Ana y su entorno, la rehabilitación de los edificios del 7 al 21 de la calle Jarauta, y otras actuaciones en la calle Descalzos y en la calle Mayor, con un número previsto de 100 viviendas.
En lo que se refiere a vivienda vacía, se lanzarán campañas para animar a los propietarios a sumarse a la Bolsa Foral de Alquiler, y se favorecerá la conversión de locales vacíos en viviendas. Además, en las parcelas privadas sin edificar, se negociará su promoción como VPO y, si ésta no se produjese en un plazo razonable, se instará la venta forzosa o su reversión. En concreto, el Plan se refiere a las parcelas ubicadas en la avenida de Zaragoza, la calle Monjardín, la parcela comercial de la cuarta fase de Mendillorri y dos parcelas en Rochapea, en el paseo Anelier y la calle Arga, donde hay previstas 220 viviendas en alquiler joven.
Zona residencial tensionada
En el cuarto bloque del Plan Municipal de Vivienda se aborda la posibilidad de declarar Pamplona como zona residencial tensionada, por el elevado precio de la vivienda, que alcanza máximos históricos en la ciudad. Para ello, se realizará un estudio que valore la oportunidad de solicitar esa declaración, con el fin de poner límite a los precios abusivos en el alquiler.
Además, el Ayuntamiento prevé poner en marcha una nueva estrategia de emergencia habitacional y exclusión residencial, promoviendo la rehabilitación de viviendas municipales vacías para su uso como viviendas de emergencia habitacional, reforzando este servicio con un trabajo combinado con el área de Acción Social y con el Gobierno de Navarra.
Las propuestas contenidas en el Plan Municipal de Vivienda se desarrollarán en función de las posibilidades técnicas, económicas y de procedimiento en un espacio temporal de ocho años.
Si bien, se prevé unas medidas a corto y medio plazo para su ejecución en los primeros cuatro años, sobre todo, referidas a planificación. En cualquier caso, el Ayuntamiento de Pamplona apuesta por poder ejecutar todas ellas, con la colaboración de Gobierno de Navarra, así como de entidades sociales y representantes del sector.