\'El maletín de Tàpies\': una proyecto que facilita la experiencia artística a personas con dificultades visuales

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¿Cómo pueden las personas invidentes o con dificultades visuales tener una experiencia con una obra pictórica de arte contemporáneo? La Fundació Antoni Tàpies, la ONCE y el Museo Universidad de Navarra, en colaboración con la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra y con el apoyo de Fundación ‘la Caixa’, han unido fuerzas y creatividad para favorecer esta experiencia artística. El resultado es El maletín de Tàpies, un conjunto de herramientas sensoriales de mediación diseñadas para acercar a este colectivo la obra L’esperit català (1971), de Antoni Tàpies. La pieza pertenece a la Colección Museo Universidad de Navarra, gracias al legado de la coleccionista María Josefa Huarte, y participará en la exposición que el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía prepara con motivo del centenario del nacimiento del artista. El maletín de Tàpies también viajará a Madrid.

Foto El maletín de Tàpies.
Foto El maletín de Tàpies.

En la presentación de este viernes en Pamplona han participado Imma Prieto, directora de la Fundació Antoni Tàpies; Valentín Fortún, delegado territorial de Navarra de la ONCE; Izaskun Azcona, delegada de Fundación “la Caixa” en Navarra; MªAngélica Martínez, profesora de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra; y Jaime García del Barrio, director general del MUN. La propuesta se enmarca dentro del proyecto SociARTE del MUN, una iniciativa que busca poner los recursos y herramientas del Museo al servicio de entidades sociales. Actualmente forman parte 25 colectivos.

UN MALETÍN LLENO DE POSIBILIDADES

Fernando Echarri, responsable del área educativa del Museo y del programa SociARTE, explica el origen del proyecto: “La ONCE forma parte de SociARTE y entre sus necesidades estaba la de acercar el arte contemporáneo al colectivo de personas con dificultad visual. Entre las distintas posibilidades, surgió la de trabajar sobre L’esperit catalá, de Antoni Tàpies, aprovechando el centenario de su nacimiento (1923)”. En este sentido, valora que “el MUN es un museo joven que está aprendiendo a caminar de una manera inclusiva, estableciendo redes con diferentes personas y colectivos. Por eso, esta experiencia se considera pionera en esa intención de realizar materiales inclusivos que permitan interactuar con el arte contemporáneo y mediar entre el arte y las diferentes personas. El trabajo con estas entidades ha resultado muy gratificante y provechoso, una oportunidad que no olvidaremos”.

Así, con la colaboración de todas las instituciones implicadas se diseñó este singular maletín, que describe Echarri: “Está formado por tres apartados: el primero consiste en un cuaderno en lenguajes braille y castellano que contiene información sobre la biografía del artista, sus claves pictóricas, la obra y la transcripción de los contenidos escritos que contiene la pieza. El cuadernillo cuenta además códigos QR que dan acceso a las respectivas audioguías de esos contenidos. El segundo apartado tiene una reproducción de la obra, resaltando en braille sus palabras más significativas. El tercer apartado contiene una tabla con una textura similar a la de la obra para que pueda tocarse. De esta manera, estas personas pueden acercarse con otros sentidos más allá de la vista a la obra realizada por Tàpies”.

Por su parte, MªAngélica Martínez, profesora de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra, explica la participación de cinco estudiantes de los grados en Diseño y Arquitectura, a quienes se les planteó la elaboración de un libro de arte para personas con ceguera total de nacimiento, adquirida o con debilidad visual (resto visual). “La propuesta de libro es resultado de la documentación e investigación de las alumnas, de la ideación y la valoración de una serie de conceptos, a través del análisis de las pruebas y de la reacción de los usuarios, del desarrollo del diseño, considerando la estética de los objetos y esculturas de Antoni Tàpies, así como las opciones reales que ofrecían las distintas instituciones y empresas involucradas”. 

Gracias a este proyecto, apunta la docente, han podido también reflexionar sobre cuestiones como “la percepción de la obra de arte a través del tacto y el oído; la recreación del contexto de los 70 y la inspiración fundamental de Tàpies; y la interpretación del arte a través de la recreación de la pintura matérica, arte pobre y graffiti”.

Rosa Eva Campo y Maria Sellarès, del área de Educación de la Fundació Antoni Tàpies, subrayan que “L\'esperit català” (1971) es una obra matérica, muy representativa de la pintura del artista. Y la reproducción táctil facilita la comprensión de la técnica y los materiales utilizados por Tàpies. En este caso, utilizó una mezcla de barniz y polvo de mármol, cubierta de pintura, muy característica de las denominadas ‘materias’ del artista. Además, el material incluye las inscripciones que Tàpies realizó en esta obra en braille. Así, el usuario, dispondrá de la información específica sobre la obra, de textos en braille sobre el contexto y la biografía del artista que, sin duda, mejorarán la experiencia del público con problemas de visión”.

Desde la ONCE, Valentín Fortún, delegado en Navarra, valora de forma muy positiva el proyecto: “Supone una buena práctica de cara a la accesibilidad universal que permite a las personas con discapacidad visual grave el acceder, en este caso, a la obra de Tàpies. Además, es un toque de atención de cara a la normalización que una sociedad inclusiva debe incorporar para incluir a la diversidad que la conforma”.

Para Izaskun Azcona, delegada de Fundación “la Caixa” en Navarra, “alianzas estratégicas como la que tenemos con el MUN, a través de su programa SociARTE, nos ayudan a consolidar nuestro apoyo al arte y la cultura como fuente de desarrollo personal y social. Al fin y al cabo, lo que perseguimos es generar una sociedad más justa, que no deje a nadie atrás, en esta ocasión con el lenguaje del arte contemporáneo y sus estrategias”.

Asimismo, resalta “la buena coordinación técnica entre las instituciones implicadas, que ha dado como resultado este proyecto de accesibilidad; y, por otro lado, la sensibilidad y empatía que con el colectivo de las personas con ceguera total y con discapacidad visual grave, que ha tenido tanto el Museo Universidad de Navarra como la Fundació Tàpies”.

 

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