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Felipe VI pide consenso político y apela al diálogo para superar los grandes retos de España

Su intervención comenzó recordando a las víctimas de la DANA que afectó al este y sur de España hace unos meses

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El discurso de Navidad del Rey Felipe VI ha estado marcado por un llamamiento al consenso político y al bien común, destacando la importancia de la solidaridad, la cohesión social y el diálogo. Su intervención comenzó recordando a las víctimas de la DANA que afectó al este y sur de España hace unos meses, un desastre natural que, según sus palabras, «dejó un enorme dolor, pero también mostró la fuerza abrumadora de la solidaridad».

El Rey destacó el esfuerzo colectivo para ayudar a las más de 800.000 personas afectadas, señalando el papel de «vecinos, voluntarios, equipos de protección civil, bomberos, cuerpos de seguridad y las Fuerzas Armadas» en la recuperación. Este espíritu de unión sirvió como base para abordar otros temas, como la inmigración, el acceso a la vivienda y la cohesión territorial, aspectos que, según el monarca, requieren un esfuerzo conjunto.

Felipe VI hizo hincapié en la necesidad de preservar el bien común y fortalecer el espíritu de consenso: «El consenso en torno a lo esencial no solo debe ser el resultado de nuestras decisiones, sino una práctica constante. Solo así podremos afrontar los grandes retos que compartimos como sociedad». En esta línea, abogó por que las instituciones públicas y las fuerzas políticas trabajen con «altura y generosidad», dejando atrás las tensiones y evitando que «la discordia se convierta en un constante ruido de fondo».

Uno de los momentos clave del discurso llegó al abordar las dificultades actuales del debate político: «La contienda política, legítima y necesaria en democracia, no debe convertirse en un obstáculo para escuchar la demanda de serenidad que la sociedad clama». Además, subrayó que el diálogo entre actores políticos debe centrarse en los asuntos esenciales, como la gestión de los flujos migratorios, la falta de vivienda y la lucha contra el cambio climático.

Al referirse a la Constitución de 1978, el Rey resaltó su relevancia como símbolo de consenso y convivencia: «Nuestra gran referencia es la Constitución, que sigue siendo el cimiento de nuestra democracia. Cultivar ese espíritu de diálogo y entendimiento es imprescindible para mantener la confianza de la ciudadanía en nuestras instituciones». Insistió también en que «la diversidad de opiniones no debe derivar en la negación de un espacio compartido», recordando que el pacto constitucional es «un legado que debemos preservar para las generaciones futuras».

El monarca mencionó, además, ejemplos recientes de avances logrados mediante el consenso, como la reforma del artículo 49 de la Constitución para proteger los derechos de las personas con discapacidad. «Ese es el camino que debemos seguir: construir acuerdos que sirvan al interés general», señaló, añadiendo que cualquier decisión política debería estar guiada por «la búsqueda del bien común por encima de las diferencias partidistas».

Para cerrar su intervención, Felipe VI dirigió un mensaje de esperanza, subrayando el potencial de la juventud española y la importancia de preservar los valores democráticos en un contexto internacional cada vez más inestable: «España es un gran país, con un pasado rico, un presente prometedor y un futuro lleno de posibilidades. Pero para alcanzar ese futuro, necesitamos unidad, diálogo y compromiso».

El discurso finalizó con un emotivo deseo de felicidad para todas las familias españolas, reiterando que «la memoria del camino recorrido, la confianza en el presente y la esperanza en el futuro» son pilares esenciales para el bienestar colectivo.

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