Este sábado 22 de febrero, la Asociación SEI ha cerrado la celebración de su 25 aniversario con un acto cargado de simbolismo y esperanza. Esta mañana en Ilundain, se ha llevado a cabo la plantación de 25 árboles, un bosque que representa los valores y el compromiso de la entidad con las personas migrantes y sus procesos de adaptación.
Hace 25 años, Isabel Valdelomar, orientadora y fundadora de SEI, percibió la necesidad de acompañar a adolescentes migrantes en su integración a un nuevo entorno. Desde entonces, la asociación ha trabajado incansablemente con familias, menores y jóvenes que han dejado atrás sus hogares en busca de un futuro mejor. A lo largo de estos años, SEI ha sido un pilar fundamental en la atención de procesos de duelo, reagrupación y reencuentro familiar, con el firme propósito de mitigar el desarraigo y fortalecer los vínculos de quienes llegan.
La plantación de estos árboles simboliza ese nuevo arraigo, una raíz compartida que hace de este entorno un lugar de acogida para todos. Cada árbol ha sido acompañado de un mensaje escrito por personas de la entidad, con el objetivo de invitar a la reflexión sobre la migración a quienes recorran este bosque.
Un homenaje vivo
El bosque de SEI no solo representa 25 años de historia, sino también a las más de 10.000 personas que han formado parte de la asociación. Es un tributo a quienes han transitado este camino, a quienes han hecho posible el proyecto y, también, a quienes han perdido la vida en el intento de migrar. Esta iniciativa se desarrolla en coordinación con el programa Bizi-baso de la Fundación Ilundain, encargada de la reforestación sostenible de la zona.
Durante el acto, SEI ha querido expresar su agradecimiento a todos los que han contribuido a esta iniciativa: a los y las adolescentes que demuestran día a día que afrontar los cambios es una cuestión de perseverancia; a las familias, símbolo de resiliencia y valentía; a las personas voluntarias, por ser el motor del cambio; a quienes sigan cuidando y haciendo crecer este bosque, por su implicación en la construcción de un entorno acogedor y participativo; y a los aliados y colaboradores, como la Dirección General de Políticas Migratorias del Gobierno de Navarra y la Fundación Luis Arellano Lacarra, que han hecho posible esta plantación.
Un impacto significativo
Los datos reflejan el impacto del trabajo de SEI: solo en 2024, más de 137 personas voluntarias y 24 premonitoras han acompañado a 322 menores. La entidad ha prestado apoyo a más de 720 familias y ha colaborado con más de 250 profesionales de atención primaria y entidades sociales. Además, más de 95 jóvenes han participado en el grupo de iguales de SEI, encontrando un espacio donde sentirse parte de una comunidad.
Tras la plantación, el acto ha continuado con un almuerzo, seguido de un fin de semana de convivencia en Ilundain para el grupo de adolescentes, con talleres, asambleas y espacios de encuentro para fortalecer lazos.
Con este bosque, SEI deja un legado vivo que seguirá creciendo con el tiempo, al igual que las personas a las que acompaña, construyendo una sociedad más inclusiva y solidaria.