El departamento de Desarrollo Rural del Gobierno foral, a través de la estación pública de viticultura y enología EVENA de Olite / Erriberri, continúa abriendo nuevas líneas de investigación para adaptar los viñedos al cambio climático y poder mejorar las variedades y la calidad del vino, en un momento crítico para el sector.
Las comunidades vitivinícolas de Navarra, La Rioja, Euskadi y Burdeos han optado por aprovechar las conclusiones y resultados que han obtenido en el proyecto europeo VITISAD para iniciar conjuntamente una segunda fase de implementación y transmisión de conocimiento al sector.
A partir de aquí, el proyecto VITISAD II buscará ampliar la biodiversidad de variedades de uva, mejorar las prácticas de cultivo en un contexto de calentamiento global, prevenir riesgos de deterioro del suelo mediante cubiertas vegetales alternativas al uso de herbicidas, optimizar el uso de agua de riego o introducir técnicas de sombreado que protejan los racimos de las altas temperaturas estivales, entre otras investigaciones que persiguen, en último término, el objetivo de adaptar los viñedos al cambio climático e incrementar la calidad del vino.
El director general de Desarrollo Rural del Ejecutivo foral, Rubén Goñi, ha destacado que la prolongación de este proyecto “supone un paso más en el esfuerzo investigador que está realizando Navarra para diferenciar nuestras variedades y nuestro vino, hacerlo competitivo y, al mismo tiempo, abrir nuevas oportunidades a nuestros productores y productoras”.
Transferencia de conocimiento al sector
El proyecto de cooperación transfronteriza VITISAD II se prolongará hasta febrero de 2027 con un presupuesto de 865.000 euros, cofinanciados al 65% a través del programa Interreg VI-A (POCTEFA 2021-2027) de la Unión Europea. El proyecto pretende abrir líneas de investigación sobre el viñedo que reviertan y transfieran resultados a productores y bodegas, asistiéndoles en su toma de decisiones, en una estrategia conjunta de mejora de la materia prima y la calidad del vino, así como de preservación de la viticultura en su propio territorio.
Tanto el cultivo de la vid como la calidad de la uva se encuentran limitados por condiciones climáticas variables, con olas de calor y lluvias intensas cada vez más frecuentes, lo que provoca erosión del suelo y modificaciones sobre la maduración de la uva. El proyecto VITISAD II pretende abordar distintas estrategias agronómicas de adaptación, estudiando qué incidencia tienen en regiones con diferentes condiciones ambientales, y propone la mejora de determinadas prácticas vitivinícolas.
Además de la Dirección General de Desarrollo Rural del Gobierno de Navarra, a través de la estación EVENA, también participan en el proyecto el Instituto de Ciencias de la Vid y el Vino de La Rioja, la Cámara agraria del Departamento francés de los Pirineos Atlánticos, el Institut Français de la Vigne et du Vin de Burdeos, la Universidad de Toulouse y el instituto público NEIKER por parte de Euskadi.