La negativa de Carles Puigdemont a ser sustituido en el Parlament deriva en una fuerte discusión entre parte de su grupo, JxCat, que quiere mantener su estatus actual y Esquerra Republicana de Cataluña, que aboga por sustituir a él y al resto de parlamentarios presos por otros de manera temporal
19 de juliode 2018
Tras la tensión vivida ayer miércoles en la Mesa del Parlament entre JxCat y ERC el presidente de la cámara, Roger Torrent advierte de que no se convocará ningún pleno hasta que ambos grupos lleguen a un acuerdo.
ERC, con el apoyo de PSC y comuns propuso que el expresident Puigdemont delegase su voto de temporalmente a otro parlamentario, que tuviese la potestad de votar en su ausencia. Sin embargo, este se niega a ser sustituido, dejando la mayoría independentista del Parlament pendiendo de un hilo, con solo 68 diputados.
La sustitución de Puigdemont, que en palabras del juez Llarena debería ser una ‘suspensión’, implicaría por un lado la pérdida de sus derechos como diputado y, por otro, la incapacidad de volver a ser investido president; razones por las que desde el extranjero Puigdemont rechaza rotundamente esta posibilidad.
Las diferencias entre ambos grupos independentistas que parecían estarse creando en los despachos ya no son ningún secreto, se trasladaron durante la mañana del miércoles a plena Mesa del Parlament teniendo como protagonista, una vez más, a Carles Puigdemont.







