Si hay un sector que ha visto cómo los planes se han trastocado, ese ha sido el turismo. Las distintas políticas internacionales hacen complicado para muchos viajeros la movilidad hoy en día. Ciudades vacías de turistas, esas son las imágenes. Pero obviamente, como toda esta situación, será algo temporal.
Durante los últimos años la tendencia era adelantarse a la demanda y reservar vuelos con meses de antelación. Actualmente, la tendencia cambiará y se buscarán vuelos casi de un día para otro.
En apenas un par de meses arranca una de las temporadas estrellas del turismo: el verano. Cada año millones de viajeros han aprovechado las altas temperaturas y las vacaciones estivales para conocer mundo, sobre todo, en los últimos años, zonas más urbanas que de playa, aunque para todo hay cabida.
La tendencia serán los viajes de última hora. Sin duda, todo el que decida viajar, que serán muchos cuando la situación calme, buscarán en plataformas como Expedia última hora.
Pero, ¿cuáles serán algunos de los destinos más emergentes para este tipo de escapadas last minute?
Desde hace unos años, Islandia se está posicionando como un destino emergente. Amantes de la naturaleza, de ver un territorio que, como Nueva Zelanda para los que se planteen cruzar medio mundo, muestra paisajes casi vírgenes llenos de magia que no dejan indiferente a quienes los visita. Además, capitales como Reikiavik permite aunar la magia de los géiseres con la zona urbana más desarrollada de la isla. Es un destino al que dedicar, al menos, una semana para poder disfrutar de verdad, sin prisa, de todo lo que reserva en sus contrastes.
Más cerca, capitales pequeñas pueden ser el gran aliado del turista que huya de aglomeraciones.
Destinos como Amberes, Ljubljana, Vilna, Cracovia, Ginebra o Salzburgo, podrían ahora lucir como nunca para esos nuevos visitantes dispuestos a descubrir joyas urbanas con una historia y belleza en sus calles que muchas veces, sin razón, quedaba eclipsada en pos de ciudades o capitales más grandes.
La ventaja de estos pequeños destinos es el tiempo. No hacen falta grandes viajes. Tres o cuatro días son suficientes para hacerse a una idea de sus principales atractivos turísticos.
Conseguir disfrutar de su gastronomía, empaparse de sus rincones, de sus maravillosos vecinos y de la magia y cultura que destila su historia será todo un acierto y no siempre más caro que en capitales con más oferta turística.
Aún así, para quien busquen playas, las islas italianas (Córcega o Cerdeña), Portugal con su Madeira o Azores, vergeles en los que disfrutar, Grecia con sus islas clásicas, España con Canarias y Baleares o incluso Malta, serán, sin duda, algunos de los destinos más solicitados para esos viajes de última hora.
