El Departamento de Derechos Sociales ha informado de la detección de un nuevo brote de COVID-19 en la residencia Nuestra Señora de la Caridad de Tafalla que afecta a 22 de las 67 personas residentes quienes, hasta el momento, no presentan síntomas que aconsejen su traslado.
Se ha determinado la realización de pruebas PCR al conjunto de residentes y personal del centro y se ha procedido a la sectorización del mismo para proceder al aislamiento de las personas con resultado positivo. Una evaluación individualiza, atendiendo a la situación clínica de los residentes afectados, determinará la conveniencia o no de su traslado a un centro hospitalario o a un recurso intermedio.
Los casos identificados en Tafalla rompen la tónica de descenso de casos activos en residencias de mayores de Navarra en las últimas semanas, que ha caído un 61% en esta última.
Derechos Sociales ha explicado en un comunicado que «a pesar de tener una situación de relativa contención en las últimas semanas, periódicamente se producen brotes de cierta importancia como este caso, con consecuencias para las personas».
«Sin alcanzar las cifras negativas de la primera ola, sigue habiendo una alta letalidad del virus entre las personas mayores que viven en residencias y que alcanza el 16% de las que lo contraen», ha destacado.
Por todo ello, a pesar de «la dureza de las medidas tomadas», como la cancelación de las salidas y visitas, desde el Departamento de Derechos Sociales se insiste en «la necesidad de mantener la máxima precaución y prevención para evitar la entrada del virus a los centros residenciales, al mismo tiempo que se busca fórmulas para aliviar la situación de confinamiento de las personas residentes sin poner en riesgo su salud».
Estas medidas se irán flexibilizando conforme la situación epidemiológica mejore, «sin bajar la alerta puesto que en los centros confluyen dos de los principales factores de contagio: el contacto estrecho y el hecho de tratarse de personas de edad, con una salud ya frágil».
El Departamento ha insistido en la necesidad de «extremar las medidas de protección y prevención, así como actuar con responsabilidad puesto que una persona contagiada puede convertirse en contagiadora, incluso en un escenario más favorable».
«Es muy importante ser consciente de que nuestros actos pueden tener consecuencias nefastas para las personas mayores», señalan desde Derechos Sociales, apelando a la «responsabilidad colectiva para poner freno a la pandemia».