Pamplona Actual

El Observatorio de Bienestar Animal pide a una piscifactoría navarra que los peces sean aturdidos antes de su sacrificio

Varias piscifactorías en España ya se han comprometido públicamente a reemplazar sus sistemas, aunque no la de Yesa

  • Imagen de contenedor con truchas vivas en una piscifactoría en España -
  • ebido a que el enfriamiento reduce la tasa metabólica y las necesidades de oxígeno, puede prolongar la agonía

El Observatorio de Bienestar Animal (OBA) inicia la primera campaña de bienestar animal de peces en España, pidiendo un compromiso público a Caviar Pirinea, el propietario de la granja de Yesa, para mejorar las condiciones de sacrificio en sus instalaciones para 2026. En 2022 la Fundación Franz Weber publicó por primera vez una investigación sobre las condiciones de vida de los peces en 12 piscifactorías españolas. En el vídeo un trabajador de una piscifactoría reconoce que los peces tardan una hora y media en morir mediante el sacrificio en hielo. Además, puede verse cómo los animales se lanzan en cubas llenas de hielo donde se amontonan para morir asfixiados. 

El sacrificio en hielo es una práctica extendida en las piscifactorías españolas que prescinde, además, de aturdimiento previo. Este método de sacrificio está desaconsejado por la comunidad científica, así como por la Unión Europea y otras autoridades, por el sufrimiento innecesario que supone para estos animales. Consiste en sumergir a los peces vivos en una mezcla de hielo con agua, o en hielo directamente, lo que produce la muerte de los animales por hipotermia o asfixia. Debido a que el enfriamiento reduce la tasa metabólica y las necesidades de oxígeno, puede prolongar la agonía, y algunas especies adaptadas al frío tardan más de una hora en morir. 

En España, la ley 32/2007 para el cuidado de los animales, en su explotación, transporte, experimentación y sacrificio obliga a realizar un aturdimiento previo al sacrificio a todos los animales destinados al consumo. Sin embargo, la industria acuícola utiliza métodos de sacrificio sin aturdimiento efectivo que la ciencia ya ha demostrado que provocan sufrimiento a los animales. 

Ya en 2009 la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés), publicó una opinión científica en la que dejaba claro que la asfixia en hielo es uno de los peores métodos en cuanto a bienestar animal y recomendaba que “se deben seleccionar para cada especie los métodos de aturdimiento y matanza más apropiados con respecto al bienestar animal”. 

Incluso, la propia Asociación Empresarial de Acuicultura de España (Apromar), en su Guía sobre el bienestar de los peces en la acuicultura española, recomienda la aplicación de un método que provoque una “ rápida pérdida de consciencia en los peces”, y reconoce que “la Organización Mundial de la Sanidad Animal desaconseja su uso porque se ha demostrado científicamente que genera mucho estrés, ansiedad y sufrimiento en los peces”. 

Varias piscifactorías en España ya se han comprometido públicamente a reemplazar sus sistemas de sacrificio hacia sistemas de aturdimiento eléctrico, sin embargo, la piscifactoría de Yesa, propiedad de la empresa Caviar Pirinea aún no lo ha hecho. 

Por estos motivos el Observatorio de Bienestar Animal lanza, por primera vez en España, una campaña de concienciación sobre el bienestar de los peces, pidiendo a Caviar Pirinea que se comprometa públicamente a aturdir efectivamente a los animales antes de sacrificarlos en sus instalaciones de Yesa para 2026.

En palabras de Míriam Martínez, responsable de bienestar de peces en OBA: “Si sus consumidores supieran los métodos de matanza de los animales que crían probablemente dejarían de consumir su pescado. Prolongar el sufrimiento de estos animales en sus últimos instantes es cruel y se debe poner una solución ya. El principal productor de trucha en España ya se ha comprometido. Hemos propuesto a la empresa dos años de moratoria para que tengan suficiente tiempo para reconvertir su método de sacrificio. Comprometerse públicamente en su web es la demostración de que sus palabras se convierten en hechos. Muchas empresas ya se están comprometiendo con fechas límite, por transparencia, directamente desde su página web e informando del tipo de aturdimiento que usarán”. 

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