Gurelur ha censado 1005 parejas de cigüeña blanca, dentro del control anual de la situación poblacional reproductora de esta emblemática especie en Navarra, iniciada por Gurelur en el año 1994. Con respecto al año 2022 se han controlado 24 parejas más. En los últimos años la población de cigüeña blanca en Navarra mantiene una población estable, que ronda las 950/1000 parejas reproductoras. El aumento de 24 parejas nidificantes, con respecto al año 2022, puede deberse en parte a la utilización de métodos de conteo modernos, imprescindibles en zonas de difícil acceso para los técnicos.
Cada año aumenta el número de cigüeñas que utilizan los árboles de los sotos para ubicar sus nidos. En la presente temporada de cría han sido de 617, el 62 % de la población. La nidificación en estos enclaves naturales les está sirviendo para evitar la destrucción de sus nidos, tal como se está haciendo con los mismos ubicados en los núcleos urbanos, que muchos de ellos son destruidos por las molestias que algunos nidos causan.
Lodosa con 108 nidos sigue siendo la localidad navarra más cigüeñera, seguida de Castejón con 77, Corella con 74 parejas, Tudela con 71, Buñuel con 66, Cortes y Fitero, ambos con 46, 42 Cascante y Milagro 39. Estas nueve localidades acogen más de la mitad de la población reproductora. El 68% de las parejas navarras utilizan los enclaves naturales (riscos y árboles) para ubicar sus nidos.
La mayor concentración de nidos en un solo edificio se encuentra en la vieja fábrica azucarera de Cortes con 46 nidos y en una bodega de Castejón, dónde actualmente nidifican 36 parejas, provenientes en su mayoría de la gran colonia de esta especie existente en la cercana población de Alfaro. Así mismo, destacan en enclaves naturales, la colonia a orillas del Ebro en Lodosa con 107 nidos y los sotos del Alhama en Corella con 63.
Hablando de merindades, Tudela sigue siendo la que mayor número de parejas alberga, ya que cuenta con 616, lo que supone el 62 % de la población navarra. Estella acoge a 202 parejas, que supone el 20%. Le sigue la merindad de Olite con 169 parejas (17%), la merindad de Sangüesa con 13 (1%) y en último lugar, la merindad de Pamplona con 6 parejas.
La consolidada tendencia de las cigüeñas a ubicar cada vez más nidos en enclaves naturales, está evitando parte de los problemas que originan en algunos edificios sus nidos. La realización de estos censos permite conocer la evolución de esta especie en nuestra Comunidad Autónoma, y nos aporta los conocimientos necesarios para trabajar en la correcta gestión de las cigüeñas y sus nidos.
El escaso crecimiento de la población reproductora en Navarra se debe a la muerte en tendidos eléctricos y aerogeneradores, a la destrucción de los nidos ubicados en construcciones humanas y a la escasez de alimento en los campos.