Este sábado, Pavel Durov, el célebre fundador de Telegram, ha sido detenido por fuerzas especiales francesas en el aeropuerto de Le Bourget, en las afueras de París. Según informes publicados por medios franceses, Durov fue arrestado inmediatamente después de descender de su avión privado, procedente de Azerbaiyán. La detención se llevó a cabo en cumplimiento de una orden de arresto emitida por la Policía Judicial Nacional francesa, como parte de una investigación preliminar.
Durov, conocido por su papel en la creación de la red social VK y la plataforma de mensajería Telegram, está acusado de no haber tomado las medidas necesarias para prevenir delitos graves cometidos a través de su aplicación. Entre las acusaciones se incluyen tráfico de drogas, delitos contra menores y fraudes, actividades que, según las autoridades francesas, se han facilitado por la falta de moderación en la plataforma.
Se informa que Pavel Durov había evitado viajar a Europa en años recientes, debido a posibles riesgos legales relacionados con su gestión de Telegram. La aplicación, conocida por su política de privacidad estricta y su resistencia a la censura, ha sido criticada en múltiples ocasiones por su uso en actividades delictivas. Las autoridades francesas afirman que la detención de Durov se debe a su falta de cooperación en asuntos judiciales relacionados con estas actividades.
Además, Durov estaba en la lista de personas buscadas por las autoridades francesas, debido a su presunta inacción frente a las demandas legales para moderar el contenido de Telegram. De comprobarse los cargos, Durov podría enfrentarse a una pena de hasta 20 años de prisión.
La detención de Durov ha generado un intenso debate sobre la responsabilidad de los desarrolladores de aplicaciones en el control del contenido que se difunde a través de sus plataformas. Mientras tanto, se espera que en los próximos días se desarrollen nuevas audiencias para determinar el futuro legal del empresario ruso.