Un camión ha sido interceptado por la Policía Foral tras circular a una velocidad extremadamente reducida de 30 kilómetros por hora, muy por debajo del límite establecido para este tipo de vía.
Al proceder a identificar al conductor, se ha descubierto que este presentaba síntomas evidentes de encontrarse bajo los efectos del alcohol. Las pruebas realizadas posteriormente han confirmado esta sospecha, revelando que el individuo había multiplicado por ocho la tasa máxima permitida de alcohol en sangre, alcanzando un valor de 1,17 gramos por litro.
Dada la gravedad de la infracción y el hecho de que el conductor fuera de nacionalidad extranjera, ha sido detenido y puesto a disposición judicial.