Donald Trump se perfila como el próximo presidente de Estados Unidos tras aventajar a la demócrata Kamala Harris en una elección en la que ha vencido tanto en voto popular como en electoral, lo que supone una cierta sorpresa frente a los empates técnicos que otorgaban las encuestas.
A falta de concluir el escrutinio, el republicano se ha asegurado la victoria en estados tradicionalmente rojos como Florida y Texas, además de estados decisivos como Carolina del Norte y Georgia, posicionándose a las puertas de un segundo mandato no consecutivo en la Casa Blanca. Con una sólida ventaja tanto en el voto popular como en los votos electorales que otorgan los estados, Trump se convertiría en el primer presidente en 132 años en ganar dos elecciones no consecutivas y en el primero con condenas penales en su historial.
Los estadounidenses también acudieron a las urnas para decidir cientos de referendos y renovar miles de cargos locales, incluyendo la Cámara de Representantes. El Congreso también ha experimentado un giro, con los republicanos recuperando el control del Senado en esta jornada que marca un cambio decisivo en el panorama político del país.