Este viernes, miembros del sindicato LAB y trabajadoras de residencias se han movilizado en Pamplona para exigir la firma del primer convenio de residencias de Navarra, una reivindicación que, en palabras del sindicato, «no puede esperar más». La protesta ha recorrido las calles de la capital navarra desde el Palacio de Navarra hasta el Parlamento, buscando visibilizar la urgencia de mejorar las condiciones laborales en el sector de cuidados.
Desde LAB señalan que, en enero, se cumplirán cuatro años desde que comenzaron a exigir un convenio que garantice derechos laborales dignos para las trabajadoras de residencias en Navarra. «No podemos permitir que empiece un nuevo año sin un convenio firmado», han destacado. Por ello, el sindicato ha anunciado una serie de movilizaciones y paros que tendrán lugar en los próximos meses: además de la movilización de hoy, LAB llevará a cabo una concentración el próximo 22 de noviembre frente a la sede de la Confederación Empresarial Navarra (CEN), a la que responsabilizan de bloquear el acuerdo. Asimismo, llaman a las trabajadoras a secundar paros de dos horas y concentraciones en los centros los días 13 y 20 de diciembre.
Según el sindicato, las movilizaciones del pasado verano lograron que las patronales presentaran una primera propuesta. Sin embargo, LAB considera que esta propuesta es insuficiente, ya que «está ligada exclusivamente a la financiación pública», mientras que la patronal «no se plantea invertir sus propios beneficios en mejorar las condiciones de las trabajadoras». Desde LAB denuncian que las empresas de este sector «continúan obteniendo ganancias a costa de mantener a las trabajadoras con sueldos precarios, jornadas interminables y con enormes dificultades para conciliar la vida familiar».
Por ello, el sindicato ha apelado al Gobierno de Navarra para que tome medidas y exija a las empresas de residencias que reciben fondos públicos que destinen sus beneficios a mejorar las condiciones laborales del sector. «Es responsabilidad del Gobierno velar por que estos fondos públicos no perpetúen la precariedad», ha señalado LAB, destacando que esta lucha «no es solo de las trabajadoras, sino de toda la ciudadanía».
LAB ha enfatizado la importancia de que toda la sociedad apoye esta reivindicación, recordando que «tarde o temprano, todos o alguien cercano hará uso de las residencias». La calidad del cuidado, apuntan, depende de que las trabajadoras puedan realizar su labor en condiciones dignas: «Para que quienes cuidan puedan ofrecer un cuidado de calidad, es necesario que tengan unas condiciones de trabajo de calidad».
