“Es necesario construir a diario una nueva sensibilidad hacia el respeto y huir de la agresividad verbal y de la inteligencia emocional polarizada en la que nos encontramos, que anulan la razonabilidad”, afirmó la catedrática de Derecho Constitucional de la Universidad de Navarra, Ana Azurmendi. La profesora de la Facultad de Comunicación intervino en una jornada organizada por el Instituto Core Curriculum (ICC) del centro académico titulada “Una nueva sensibilidad hacia el respeto. Las palabras importan".
La jornada comenzó con la intervención de Ricardo Piñero, director del ICC, quien lanzó algunas preguntas: “¿Se requiere una nueva sensibilidad? ¿Hemos perdido el respeto? ¿Las palabras importan?”, dijo el catedrático en Estética.
A continuación, hubo una mesa redonda, en la que participaron también los profesores Pablo Pérez y Enrique Baquero. Un debate en el que se abordaron desde la falta de respeto en las conversaciones en redes sociales, la pérdida de interacción social en pro de una cultura cada vez más individualista o el impacto negativo de la acción humana en la naturaleza.
Catedrático de Historia Contemporánea de la Facultad de Filosofía y Letras, Pablo Pérez se refirió a la cultura woke, como la cultura de la cancelación y del miedo a hablar sobre la verdad y la búsqueda del sentido de la existencia. Pablo Pérez animó a “atreverse a pensar”. “Estamos cerrados dentro del vocabulario que nos han enseñado, el lenguaje nos limita y nos libera y nuestro problema es si queremos conocer la verdad o no”, señaló. “Cuando pierdes el sentido, las palabras sirven para dominar. La opresión real procede de nuestra manera de hablar, que condiciona nuestra manera de pensar”.
Por su parte, el profesor de Biología Ambiental de la Facultad de Ciencias, Enrique Baquero invitó a reflexionar sobre el respeto hacia el “terreno de juego” en el que vivimos, la naturaleza. “Necesitamos cambiar esa relación hacia el medio, porque la crisis climática es solo una de las partes que está poniendo en peligro la biodiversidad y nuestra supervivencia”, concluyó.
En la segunda mesa redonda, titulada “El poder del lenguaje”, Ana Calvo, catedrática de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada de la Universidad Ceu San Pablo, definió el término como la forma de “moldear el mundo, nuestra manera de relacionarnos y expresarnos con el resto”.
A esta consideración se sumó Alfredo Cruz, profesor de Filosofía Política, quien matizó que “sin lenguaje no hay vida humana”. “Las palabras que utilizamos definen la manera en la que nos posicionamos en el mundo”, afirmó. Alfredo Cruz instó a respetar al otro, como persona y dentro de un contexto en concreto y animó a crear espacios de comprensión en lugar de espacios de juicio.
El vocabulario nos brinda facilidades como “acercarnos al conocimiento y a la verdad”, señaló Cristina Sánchez, directora de la revista Alfa y Omega. La idea de crear comunidad y unión a través de las palabras pone de manifiesto que los diferentes lenguajes “no compiten, cooperan”, añadió Mónica Herrero, vicerrectora de Comunicación de la Universidad de Navarra.