SOS Racismo ha hecho público este viernes un comunicado demoledor en el que acusa al Departamento de Derechos Sociales del Gobierno de Navarra de un grave caso de desprotección y maltrato institucional hacia una madre migrante y sus dos hijas menores. La organización exige respuestas inmediatas y cumplimiento de las recomendaciones emitidas por el Defensor del Pueblo, que advierten de serias irregularidades en la gestión del caso, como ya adelantó en su día Pamplona Actual.
«Es inadmisible que una madre y sus hijas tengan que atravesar esta pesadilla solo por su origen y situación de vulnerabilidad», ha asegurado SOS Racismo en el documento, detallando cómo el ingreso hospitalario de la madre el pasado abril, por una crisis de angustia derivada de violencias machistas, desencadenó la retirada temporal de la custodia de sus hijas. A pesar de que informes médicos acreditaron su recuperación, las menores permanecieron casi tres meses en el Centro de Observación y Acogida (COA) de Beloso, en condiciones que, según la organización, «agravaron su salud física y emocional».
«Esto no es un hotel»
El relato es escalofriante: la madre solo podía ver a sus hijas 45 minutos dos días a la semana, sin contacto telefónico, mientras estas vivían en un centro que no garantizaba sus necesidades básicas. La situación de la hija menor, con un 78 % de discapacidad y diagnóstico de TEA, empeoró hasta que ambas menores fueron ingresadas en urgencias con una infección grave, incluida la bacteria del cólera. «Nos indigna profundamente que se esperara a un estado de salud grave para devolverlas a su madre», sentencia el comunicado.
Además, SOS Racismo denuncia que esta situación refleja un patrón más amplio de discriminación hacia madres migrantes en situación de vulnerabilidad. «Motivos que obedecen a desigualdades racistas, clasistas y patriarcales están derivando en una violencia aún más dolorosa: la separación forzada de familias», ha señalado la activista Paula Guerra.
Recomendaciones ignoradas
El Defensor del Pueblo emitió el pasado 10 de octubre tres recomendaciones claras: garantizar el derecho de los menores a permanecer en sus familias, solucionar la sobreocupación del COA y asegurar condiciones higiénicas adecuadas tras demostrarse que las menores enfermaron en el centro. Sin embargo, según SOS Racismo, el Gobierno foral «aún no ha dado ninguna respuesta».
«No podemos normalizar este maltrato»
SOS Racismo exige al Departamento de Derechos Sociales que adopte medidas inmediatas y revisen los protocolos de actuación en casos de desprotección infantil. «No podemos normalizar estas historias ni encuadrarlas como errores puntuales, cuando sabemos que se trata de problemas estructurales», concluye el comunicado.
La organización ha advertido que continuará vigilante para denunciar y acompañar a familias afectadas por lo que consideran un maltrato institucional sistémico. «Es hora de cambiar una mirada cargada de prejuicios y discriminaciones que está costando vidas y generando consecuencias irreparables», recalcan desde la entidad.
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