El mundo en el que vivimos, debido innegablemente al orden capitalista imperante de manera abrumadora y a sus políticas imperialistas, cada día es más sombrío y oscuro. El activo conflicto bélico entre Ucrania y Rusia, la ofensiva genocida sionista de Israel sobre el pueblo palestino que ha convertido Oriente Medio en un imprevisible polvorín, o las más de 50 guerras activas actualmente en el planeta, amenazan con abocar al conjunto de la humanidad a un peligro punto de no retorno.
El pasado miércoles 11 de noviembre conocíamos por la prensa, que, en el marco de las celebraciones de la festividad de la patrona de la Aviación, Nuestra señora de Loreto, el Teniente Coronel Jefe del Acuartelamiento Aéreo de Bardenas consideraba que la base de las Bardenas desempeña un papel clave en la defensa del flanco este de la OTAN. Por cierto, curioso a la par que sorprendente que a una representación de la Comisión de Desarrollo Rural y Medio Ambiente se nos negase la posibilidad de visitar esa instalación militar el pasado mes de octubre alegando “razones operativas”, y tan solo unas pocas semanas después sí que se pudiera celebrar con gran pompa protocolaria y boato institucional el citado acto. Las palabras honestas del Teniente Coronel Jefe en aquel acto festivo ratifican de manera contundente e innegable lo que venimos defendiendo la izquierda pacifista de Navarra desde hace varias décadas; el importante papel que desempeña para la OTAN el Polígono de Tiro de las Bardenas convierte a La Ribera de Navarra en un objetivo militar estratégico.
En nuestra comunidad, recordémoslo una vez más, en el Referéndum consultivo en relación con la Alianza Atlántica celebrado el 12 de marzo de 1986, el pueblo navarro dio un contundente portazo a la OTAN. Con una participación del 62,64 %, 130.828 navarros y navarra (el 53,44 %) optaron por el No a la OTAN, frente a los y las 99.815 (el 40,77%) que si respaldaron la OTAN. De manera distópica, 38 años después de aquel referéndum, Navarra sigue albergando el único Polígono de Tiro y Bombardeo de los ejércitos de la OTAN en Europa, para más inri, en mitad de un Parque Natural y Reserva Mundial de la Biosfera. Desde que se abriese esta instalación militar en 1951 en plena dictadura franquista, cada año, durante decenas de días, se celebran en torno dos mil ejercicios militares en territorio navarro. Durante buena parte del año, un paraje tan singular medioambientalmente como Las Bardenas Reales de Navarra, se convierte en el banco de pruebas de las prácticas bélicas que posteriormente trasladan a otras partes del planeta el hambre, la muerte y la miseria que generan las cruentas guerras.
Quienes bebemos de la tradición política de la II República Española y hacemos nuestra esa renuncia a la guerra como instrumento de política nacional que recogía el artículo 6 de la constitución de 1931, encontramos en la Organización del Tratado del Atlántico Norte un criminal instrumento para la guerra más propio ya del pasado. Frente a lo lógica mundial de bloques antagónicos militarmente enfrentados, los ciudadanos y ciudadanas del mundo necesitamos una alternativa global multipolar, en la que la fraternidad oriente las relaciones políticas, económicas y sociales de los pueblos del mundo.
Nuestro país y el conjunto de Europa, requieren de hojas de rutas propias y soberanas, alternativas a los intereses geoestratégicos de los Estados Unidos de América y de la OTAN. Pese a lo que históricamente ha pretendido hacernos creer el discurso dominante, los intereses de los EEUU y de la OTAN no son nuestros intereses. Iniciativas mundiales como la Nueva Ruta de la Seda liderada por China o el asentamiento expansivo de la asociación BRICS+ (que asocia ya a Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica, Emiratos Árabes Unidos, Etiopia, Egipto e Irán), demuestran que un nuevo orden mundial no solo es necesario, sino que se encuentra ya en plena fase de diseño y construcción. Los estados hasta ahora alineados disciplinadamente con el imperialismo norteamericano tienen la oportunidad de jugar un papel protagonista en la construcción de otro mundo más justo, más solidario y más fraterno.
Navarra, además, como región transfronteriza con presencia y papel clave en Europa, debe contribuir a buscar el posicionamiento propio del estado español en ese nuevo mundo que puede comenzar a despertar. Y ante ese nuevo orden mundial, el Polígono de Tiro de las Bardenas debe convertirse cuanto antes en una rémora del pasado. Los navarros y las navarras de hoy, hijos de aquellos navarros y navarras que hace casi ya cuatro décadas dieron un incontestable portazo a la OTAN, debemos pasar decididamente esta oscura página de nuestra historia reciente.
En este recién comenzado año 2025, quienes creemos en la Paz como única vía de convivencia de los pueblos del mundo debemos volver a agitar con más fuerza si cabe la bandera blanca del pacifismo. Como de manera persistente reclama desde hace treinta y cuatro años la Asamblea Antipolígono cada primer fin de semana del mes de junio; ¡Bardenas para la paz! ¡Desmantelamiento del Polígono de Tiro!
Carlos Guzmán Pérez, Coordinador General de Izquierda Unida de Navarra y Portavoz Parlamentario de Contigo Navarra - Zurekin Nafarroa