El Defensor del Pueblo de Navarra ha emitido una resolución en la que recuerda al Ayuntamiento de Pamplona su deber legal de proteger los derechos constitucionales de los vecinos afectados por las molestias ocasionadas por dos bares situados en las inmediaciones de sus domicilios. En el documento, derivado de la queja presentada por un vecino que recuerda que en el edificio viven tres señoras nonagenarias se recomienda intensificar las medidas correctoras y sancionadoras.
"Vemos los vecinos, desde las ventanas de nuestras viviendas de encima de dicho establecimiento, entrar y salir gente continuamente dejando las puertas abiertas del exterior, y del interior del bar, supuestamente, que dan a los patios interiores del edificio y de los pisos de los vecinos. Hay que decir que en dicho edificio viven tres señoras nonagenarias", lamentaba este vecino que señalaba que "la cosa se suele prolongar también hasta altas horas de la noche del viernes y sábado (…), por ello rogamos que aparezca más a menudo la patrulla para conciliar la diversión y el negocio de algunos con el descanso de otros y ciertamente cuando la patrulla aparece la cosa mejora notablemente”, señalaba.
En respuesta, el Ayuntamiento remitió al Defensor un informe con intervenciones policiales realizadas desde 2020 hasta 2024 en los bares implicados. Entre las actuaciones destacan sanciones por incumplimientos como aforos indebidos, falta de licencias y emisión de música con puertas abiertas. Sin embargo, los vecinos consideran insuficientes estas medidas para resolver el problema de fondo.
El Defensor del Pueblo subraya que la contaminación acústica puede vulnerar derechos fundamentales, como la integridad física y moral, la intimidad y la inviolabilidad del domicilio, según lo establece la jurisprudencia del Tribunal Constitucional. El ruido, cuando es constante y supera ciertos umbrales, puede impactar gravemente en la salud y el bienestar de las personas.
Por todo ello, y aunque el Defensor del Pueblo recuerda que "si bien no cabría considerar que ha existido inactividad por parte de la Entidad local, sí cabría reflexionar si, ante la constatación reiterada de infracciones de la normativa vigente, no cabría adoptar la adopción de medidas más severas respecto a los infractores" recomienda al Ayuntamiento adoptar medidas correctoras que aseguren que los bares cumplan con los niveles de ruido permitidos por la Ley Foral de Actividades con Incidencia Ambiental; imponer sanciones adecuadas en caso de incumplimientos, incluyendo, si fuera necesario, la clausura de los locales; y reforzar las inspecciones y patrullas policiales para prevenir y controlar las irregularidades.