La Clínica Universidad de Navarra ha implantado por primera vez en un hospital no público de España una prótesis cardiaca percutánea que es más precisa y segura frente a la estenosis valvular aórtica. Se trata del dispositivo Octacor (Merilc) que, además, ha demostrado unos resultados clínicos similares o mejores a los obtenidos por otras alternativas tecnológicas.
Esta prótesis se coloca mediante un proceso de implante percutáneo de válvula aórtica (TAVI), una técnica que comenzó a realizarse en 2002 y que ofrece mejores resultados que los de la cirugía abierta, sobre todo en pacientes de más de 75 años. Para la implantación se requiere un TAC específico que evalúa el tamaño necesario de la válvula y confirmar que es posible y adecuado el acceso por vía femoral.
Según el Dr. Manuel Paulo Guzmán, especialista del Departamento de Cardiología de la Clínica, “el objetivo de estas prótesis es reemplazar la válvula dañada y restaurar el flujo sanguíneo adecuado. El primer paciente intervenido en este hospital ha sido un varón de 77 años que sufría estenosis aórtica de grado severo y para el que la cirugía ha sido un éxito”. La intervención para la colocación del dispositivo se realiza con sedación y sin anestesia general. Dura aproximadamente una hora y, al implantarse de forma mínimamente invasiva –de manera percutánea a través de una punción en la ingle–, los pacientes pueden abandonar el hospital al poco tiempo, porque la recuperación es muy rápida.
La estenosis valvular aórtica es una enfermedad que provoca la obstrucción del flujo sanguíneo desde el ventrículo izquierdo hasta la aorta y puede provocar fatiga, insuficiencia cardíaca, arritmias y síntomas como dolor torácico o síncopes. Se estima una prevalencia cercana al 4% entre los octogenarios del país.
A la vanguardia en la salud del corazón
Con la implantación pionera de esta prótesis, la Unidad de Hemodinámica y Cardiología Intervencionista de la Clínica Universidad de Navarra afianza su compromiso con la vanguardia y la innovación en la salud del corazón. La alta capacitación de su equipo médico y la tecnología más avanzada para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades cardíacas se expresa, también, en intervenciones como el cierre percutáneo de la orejuela izquierda, la angioplastia coronaria o los procedimientos de ablación por campo pulsado contra la fibrilación auricular. Según el Dr. Rafael Ruiz-Salmerón, responsable de esta unidad, “la cirugía mínimamente invasiva se ha afianzado como una opción que aporta seguridad y buenos resultados para el tratamiento de pacientes con afecciones en las diferentes estructuras del corazón".
Según la Sociedad Española de Cardiología, en nuestro país se producen al año más de 125.000 muertes y más de 5 millones de estancias hospitalarias por enfermedades cardiovasculares. Su alta prevalencia las convierte en la primera causa de fallecimientos en todo el país.
