El acusado, en el transcurso de una discusión, agarró a su ex con fuerza del cuello y un brazo, y golpeó en la espalda a su hija, a la que dejó “rojeces” en esa parte del cuerpo
Pamplona, 19 de febrero de 2025.-
La titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Pamplona decretó este lunes el ingreso en prisión de un condenado a 16 meses que el pasado día 10 maltrató a su expareja y golpeó en la espalda a su hija de un año y medio en la capital navarra.
En la sentencia, dictada de conformidad tras un acuerdo entre la fiscalía, la acusación particular y la defensa, la magistrada ha acordado denegar la suspensión de la pena de prisión impuesta y ha emplazado al inculpado, natural de Bolivia, a ingresar en el centro penitenciario de Pamplona antes de las 13 horas de este viernes (21 de febrero).
Los hechos enjuiciados se produjeron sobre las 00.15 horas del pasado día 10, cuando el acusado se encontraba en la avenida Sancho el Fuerte en compañía de su expareja, quien llevaba en sus brazos a su hija menor, de un año y medio.
Según recoge la sentencia, ambos iniciaron una discusión por motivos relacionados con la custodia de las menores. Con ánimo de atentar contra la integridad física de su ex, la agarró “fuertemente del cuello y del brazo”. “Durante el transcurso de la discusión, el procesado con el mismo ánimo llegó a golpear en la espalda a la hija menor de edad”, describe el fallo judicial.
La expareja sufrió lesiones, en concreto padeció dolor al palparse el húmero, la clavícula y al realizar cualquier movimiento del hombro.
Asimismo, “como consecuencia de la agresión”, la hija menor presentó “rojeces en la espalda”.
En el juicio rápido celebrado el lunes, la fiscalía solicitó para el encausado un año de prisión por un delito de maltrato no habitual en el ámbito de la violencia de género con la circunstancia de multirreincidencia y otro año más por un delito de maltrato no habitual en el ámbito de la violencia doméstica. La acusación particular se adhirió a estas peticiones.
Por su parte, el acusado, en presencia de su letrado, mostró su conformidad total y absoluta, manifestada de forma libre y con conocimiento de sus consecuencias, con los hechos imputados y las penas reclamadas por el Ministerio Fiscal y la acusación particular.
Al haberse conformado en el acto, al inculpado se le ha aplicado la rebaja de un tercio prevista en la ley, por lo que finalmente ha sido condenado a un total de 16 meses de prisión, 8 por cada uno de los dos delitos. Además, no podrá acercarse a menos de 200 metros ni comunicarse con su expareja durante 2 años ni con su hija durante 18 meses.
Una vez aceptadas estas condenas, la juez dio traslado a las partes para que se pronunciaran sobre la suspensión del ingreso en prisión, a la que se opuso el fiscal.
Al respecto, la magistrada ordenó el ingreso en prisión por los importantes delitos de naturaleza violenta por los que ha sido condenado el acusado, quien, además, “no es un delincuente primario”, así como porque los hechos son “muy graves” y “no existe por tanto perspectiva alguna de evitar la reincidencia con la suspensión de la pena”.