En una cumbre de alto nivel celebrada este domingo en Londres, los líderes europeos han mostrado su firme apoyo a Ucrania y su presidente Volodímir Zelenski, tras el tenso encuentro que este mantuvo con Donald Trump en Washington. El primer ministro británico, Keir Starmer, ha anunciado un marco para un plan de paz que busca poner fin al conflicto en Ucrania.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, se ha fundido en un abrazo con Zelenski al llegar a la cumbre, en un gesto simbólico de solidaridad. Sánchez ha reiterado el compromiso de España con Ucrania, recordando el reciente anuncio de un paquete de asistencia militar por valor de mil millones de euros.
En Londres, para seguir trabajando con nuestros aliados en la construcción de la paz justa y duradera que Ucrania necesita.
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) March 2, 2025
España hará todo lo que esté en su mano para lograr este objetivo y garantizar la seguridad y libertad de Europa. pic.twitter.com/jV0UVdkC3g
Según informa la BBC, Starmer ha propuesto una "coalición de voluntarios" para garantizar la paz en Ucrania, afirmando que "Europa debe tomar la iniciativa". El primer ministro británico ha subrayado la importancia de este momento para la seguridad europea, calificándolo como "único en una generación".
La cumbre ha reunido a más de una docena de líderes europeos, incluyendo representantes de Francia, Alemania, Italia y Polonia, así como a los presidentes de la Comisión Europea y del Consejo Europeo. El objetivo principal ha sido coordinar esfuerzos para apoyar a Ucrania y diseñar una estrategia común frente a la agresión rusa.
La Moncloa ha compartido en X: "El presidente @sanchezcastejon reafirma en Londres el apoyo inquebrantable de España a Ucrania. Trabajamos por una paz justa y duradera que respete la soberanía e integridad territorial de Ucrania".
Esta reunión se produce en un momento crítico, con la incertidumbre generada por las recientes declaraciones de Trump y la necesidad de una respuesta europea unificada. Los líderes han acordado mantener el flujo de ayuda militar a Ucrania y seguir presionando económicamente a Rusia.
La cumbre de Londres marca un punto de inflexión en la crisis ucraniana, con Europa tomando un papel más activo en la búsqueda de una solución al conflicto, mientras se mantiene la expectativa sobre la posición futura de Estados Unidos.