Kiev y Washington alcanzaron este martes un acuerdo para un alto el fuego provisional de 30 días, condicionado a la aceptación por parte de Rusia. La reunión, celebrada en Yeda, Arabia Saudita, marca un paso importante hacia una posible desescalada del conflicto que ha devastado a Ucrania durante más de tres años.
El pacto entre Ucrania y Estados Unidos incluye el compromiso de Washington de reanudar inmediatamente la ayuda militar y el intercambio de inteligencia con Kiev, suspendidos recientemente como medida de presión por parte del presidente Donald Trump. Según el comunicado conjunto, el alto el fuego podría extenderse si ambas partes lo acuerdan. Además, se contempla la adopción de medidas humanitarias durante este periodo, como el intercambio de prisioneros, la liberación de civiles detenidos y el retorno de niños ucranianos trasladados forzosamente a Rusia.
El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, subrayó que "la reciprocidad rusa es clave para lograr la paz". Rubio añadió que si Moscú rechaza la propuesta, quedará claro "quién es realmente el obstáculo para la paz", según informó The New York Times.
La propuesta incluye una tregua en los ataques con drones y misiles de largo alcance, así como en las operaciones en el mar Negro y contra infraestructuras energéticas. Este enfoque busca facilitar su implementación y supervisión. La idea fue inicialmente impulsada por Emmanuel Macron y retomada por Volodímir Zelenski hace una semana, según reportes de Le Monde.
Por otro lado, Estados Unidos y Ucrania acordaron avanzar en un acuerdo sobre la explotación conjunta de recursos minerales críticos en suelo ucraniano. Este pacto busca fortalecer la economía ucraniana mientras compensa los costos del apoyo estadounidense, como destacó The Wall Street Journal.
Reacciones desde Moscú
Hasta ahora, Rusia no ha emitido una respuesta oficial al acuerdo. Sin embargo, las primeras señales son poco alentadoras. El diputado ruso Víktor Soboliov calificó el alto el fuego como "inaceptable", argumentando que solo permitiría a Ucrania reorganizarse militarmente, según citó Interfax.
Además, las condiciones exigidas por Moscú —como la renuncia de Ucrania a ingresar en la OTAN y el reconocimiento de las regiones ocupadas como rusas— siguen siendo puntos innegociables para Kiev. Las tensiones militares continúan escalando. Horas antes del anuncio del acuerdo, Ucrania lanzó su mayor ataque con drones contra territorio ruso desde el inicio del conflicto, mientras que Moscú respondió con ataques masivos sobre Ucrania, informó Ukrainska Pravda.
Perspectivas y desafíos
El acuerdo supone una oportunidad para aliviar temporalmente las hostilidades y abrir camino hacia negociaciones más amplias. No obstante, persisten dudas sobre su viabilidad. Dentro de Ucrania, algunos temen que esta pausa permita a Rusia reforzar sus posiciones militares. Por su parte, Estados Unidos deberá convencer al Kremlin para que acepte esta tregua inicial, según analiza CNN.
En última instancia, este alto el fuego podría ser un punto de inflexión o simplemente una pausa momentánea en un conflicto profundamente arraigado. Todo dependerá ahora de cómo responda Moscú a esta propuesta conjunta liderada por Washington y Kiev.
