El denominado 'Caso Salazar' ha desatado en los últimos días un fuerte malestar interno en el PSOE tras las revelaciones hechas públicas por el eldiario.es quien ya en julio avanzo sobre las primeras acusaciones internas por actitudes de acoso sexual por parte de Francisco "Paco" Salazar, exasesor de Moncloa y hombre clave para suceder a Santos Cerdán tras su dimisión y encarcelamiento, que fue apeado en un tenso Comité Federal donde algunos cargos del PSOE se resistieron a su posible nombramiento. Entonces el partido anunció que Salazar había renunciado a optar al cargo, y la crisis pareció resuelta, tras su marcha no solo del partido sino también de cargos instituciionales en Moncloa.
Ahora se ha conocido que las denuncias, que incluyen gestos obscenos y mensajes hostigantes, desaparecieron del canal interno del PSOE durante meses, provocando una reunión urgente de las responsables de Igualdad de las federaciones para contener la indignación.
Las denuncias, presentadas en julio en el canal confidencial del PSOE creado tras revelaciones previas de eldiario.es, desaparecieron entre octubre y noviembre sin acuse de recibo, lo que Ferraz atribuyó a un "fallo informático". El mismo medio reactivó el caso en diciembre al acceder a los escritos, detallando gestos como subirse la bragueta o escenificar felaciones, lo que forzó al partido a contactar a las víctimas 48 horas después y reabrir la investigación interna pese a la baja de militancia de Salazar.
La indignación se extendió por las federaciones, culminando en una reunión telemática de urgencia el miércoles 2 de diciembre a las 21:30 horas, convocada por la secretaria de Igualdad Pilar Bernabé con todas las responsables de Igualdad de comunidades autónomas, portavoces parlamentarias y federaciones. Fuentes presentes indican que Ferraz pidió "calma y paciencia" ante la investigación en curso, recordando su protocolo antiacoso, aunque según han publicado varios medios de comunicaicón, la cita generó más enfado por la gestión inicial. Con todo, no se prevé derivarlo a Fiscalía pese a demandas internas, ya que algunas denunciantes no quieren que su identidad se haga pública.
Dirigentes como la ministra Ana Redondo tildaron sus actitudes de "asquerosas y deleznables", exigiendo rigor en selecciones, mientras la oposición acusa al PSOE de hipocresía en defensa de las mujeres, con palabras como las del propio líder popular, Alberto Núñez Feijóo que ha acusado al partido de Sánchez de "tener la bragueta fácil". Con todo, el escándalo cuestiona la cultura interna del partido y sus mecanismos internos contra el machismo.






