Un informe técnico asegura que los árboles de la Plaza de la Cruz serán afectados por las obras del parking subterráneo

El Ayuntamiento de Pamplona ha sacado a exposición pública la memoria del futuro aparcamiento subterráneo en la calle Sangüesa que pretende construir unas 350 plazas de garaje subterráneas en el entorno de la Plaza de la Cruz a razón de unos 30.000 euros por plaza de garaje. 

Uno de los puntos más controvertidos del futuro aparcamiento es lo relativo al arbolado en la zona, especialmente al relativo a los 47 árboles de la Plaza de la Cruz, en concreto los de mas valor ambiental y patrimonial, los plátanos de sombra, los cedros de Himalaya y el cedro plateado que están situados en la zona central de la plaza. Estos árboles tienen unos 70 u 80 años y cuentan con un nivel de protección del patrimonio natural grado 2 del Plan Municipal, y su estado es normal, solo cuatro de ellos con una vitalidad baja. 

En la memoria existen diferentes informes, entre ellos el de la ingeniero técnica agrícola y paisajista, Anna Terricabras, quien advierte que "durante la obra los árboles estarán especialmente vulnerables" y recomienda una serie de medidas preventivas y de control de posibles daños. 

Y es que este informe asegura que "los árboles de la Plaza de la Cruz serán afectados por las obras de urbanización" ya que aunque se prevé "una reforma superficial, las obras de reforma en superficie llevan asociadas afectaciones directas y afectaciones indirectas a los árboles". Recuerda esta ingeniero que "los árboles mas cercanos a la calle Sangüesa será afectados de forma más severa debido a la construcción del aparcamiento subterráneo" y asegura que los árboles de alienación de la plaza de la Cruz, tramo Sangüesa formado por 11 acer cappadocium Rubrum se prevé su trasplante. 

El informe dice además que "las diferentes afectaciones presentan distintos niveles de gravedad, pero el conjunto de ellas actúa en forma sinergica afectando significativamente a las perspectivas de futuro de los árboles afectados".

Posibles afectaciones directas e indirectas

Esta experta asegura que las afectaciones al arbolado suelen ser provocadas por "el paso de vehículos y maquinaria; el movimiento de tierras, rebaje y relleno; la compactación del suelo; la impermeabilización del suelo; el almacenamiento de desechos y materiales; la apertura de zanjas; la construcción en la zona radical; el deterioro mecánico de las zonas donde viven las raíces; el encharcamiento de agua; la modificación del nivel freático; la contaminación química; y los cambios en el entorno del árbol".

Por otro lado habla de afectaciones directas por las obras como pueden ser "raíces cortadas o dañadas por apertura de zanjas; raíces cortadas o dañadas por rebaje del terreno; raíces cortadas o dañadas por cambios de pavimentos, bordillos o alcorques; heridas en la corteza, el tronco o el cuello; y ramas rotas o dañadas". Otras afectaciones indirectas son "compactación del suelo por paso de maquinaria o vehículos, compactación de la base del pavimento; alteración de la estructura, texto o calidad del suelo; alteración de las variables físicas, químicas y biológicas del suelo; impermeabilización del suelo en el agua y los gases; alteraciones provocadas por los trabajos de relleno o rebaje; restricciones en el volumen de suelo explorable por las raíces; y cambios en la disponibilidad y evacuación de agua".

Señala cuestiones críticas como el cambio de resante al afectar a sus condiciones de vida en el momento de la urbanización, también que en el momento de realizar el rebaje de tierras y la demolición del pavimento y los bordillos se puede afectar a raíces leñosas y absorbentes y advierte de una afectación al sistema radical al sustituirse el subsuelo existente. 

En cuanto a afectaciones indirectas relata puntos críticos como "alteraciones en el subsuelo que pueden dar lugar a una acumulación de agua en las zonas de las raíces que provoquen la asfixia de las mismas" y en sentido contrario, durante las obras que el "estrés provocado" puede incrementar las necesidades de agua de los árboles lo que "puede afectar de forma significativa a la fisiología de los árboles". 

Actuaciones para evitar daños

Esta técnico propone una prolija serie de actuaciones en el arbolado de la Plaza de la Cruz para la protección del arbolado durante las obras y recuerda que "los árboles estudiados se encuentran en un buen estado de salud, sin síntomas de perdida de vitalidad ni alteraciones estructurales graves que puedan comprometer su futuro y seguridad".

El informe recomienda realizar una inspección en altura antes y después de las obras de urbanización para valorar algún síntoma de deterioro provocado por la afectación de las obras" y recomienda "hacer un estudio de riego de todos los ejemplares de la plaza después de las obras".

Pérdida de vitalidad

Con todo, la ingeniero técnico agrícola indica que "en el mejor de los casos, a pesar de la realización de las medidas correctoras, una obra representa siempre un cambio brusco en las condiciones de vida de los árboles" lo que asegura "leva asociada una disminución de la vitalidad".

"Si el árbol dispone de buenas reservas y su estado antes de la intervención es óptimo, la situación de estrés puede ser pasajera y después de un cierto período de reanudación vuelve a las condiciones normales. Sin embargo, en caso de que el árbol ya se encuentre con bajas reservas y los niveles de vitalidad sean bajos las afectaciones de la obra pueden llevarlo a un proceso degenerativo irreversible".

 

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