Lares Navarra ha reunido a profesionales del sector de cuidados a personas mayores durante dos jornadas dirigidas por José Carlos Bermejo, experto en humanización de la salud, en duelo y bioética. Director del Centro de Humanización de la salud y Centro Asistencial San Camilo de Tres Cantos, Madrid.
Desde Lares Navarra explican cómo “apostamos por la innovación en los cuidados desde la persona. La persona cuidada y la persona cuidadora, por eso hemos creado estas jornadas para que sean útiles para profesionales y todas las personas mayores a las que cuidáis”. Beatriz Lacabe, secretaria técnica de Lares Navarra ha presentado la jornada en Pamplona, celebrada la Catedral de Pamplona; y Eduardo Mateo, presidente de Lares Navarra, ha hecho lo propio en la Mancomunidad de la Ribera en Tudela.
Humanización de los cuidados
La humanización de los cuidados hace referencia a la Atención Integral Centrada en la Persona (también conocida como ACP) e implica un cambio del modelo asistencial a cualquier persona, en este caso, a las personas mayores. Esto conlleva pasar de un modelo basado en las tareas, a uno basado en las personas y sus historias de vida presente, pasada y futura. Implica pasar de un modelo de atención centrado en la organización y logística de las residencias, a un modelo de cuidados centrado en las personas residentes y del entorno en el que se ubica la residencia. Todo ello supone un auténtico cambio cultural.
Durante la jornada se ha recordado que desde Lares Navarra “estamos trabajando en el proyecto Vuelta al mundo en 80 vidas, con el apoyo de Innova Social de Fundación Caja Navarra y Fundación La Caixa, que nos permitirá continuar con un programa de formación sobre humanización de los cuidados”.
Counselling y acompañamiento en el final de la vida
José Carlos Bermejo ha centrado la formación en que el counselling es un modelo de intervención y comunicación que permite acompañar a una persona que sufre. Favorece la reflexión personal y el autoconocimiento para comprender qué le está ocurriendo, identificar y potenciar sus recursos y promover el cambio necesario para afrontar un problema o vivir sanamente lo que no pueda cambiar. También permite cualificar con competencias blandas el acompañamiento al final de la vida y, en particular, en contextos de cuidados paliativos y duelo.
Ha centrado su discurso en valores de apoyo incondicional a la persona cuidada y, para ello la empatía es fundamental: “La empatía es una actitud. Un proceso activo y consciente”, esto es, la empatía no es algo que se posee, sino que se puede y se debe trabajar con cada persona. Así, también concretaba de forma clara que “la mentira nunca puede ser piadosa; es la verdad la que tiene que ser lo más piadosa posible”, ya que en los cuidados es fundamental la honestidad.
Hablando del acompañamiento en el final de la vida, Bermejo ha explicado cómo “la muerte ideal no es la muerte idealizada” que se nos ha explicado cultural y religiosamente. “El duelo es un proceso de acompañamiento”, igual que el cuidado, por lo que se ha detenido en los distintos tipos de duelos a los que responder de manera diferente.
Las tareas del duelo
A continuación, Bermejo se ha centrado en las actividades o tareas del duelo en ese proceso de acompañamiento. Según el modelo de William Worden, son cuatro:
- Aceptar la realidad de la pérdida que implica superar la negación y comprender que la muerte es muerte.
- Dar expresión a los sentimientos, ya que el dolor compartido es menor y dando importancia a nombrar lo que se siente, ya que des-ahoga.. Se ha centrado especialmente en el sentimiento de culpa “uno de los sentimientos más recurrentes en el duelo”. “La culpa nos informa de que transgredimos una norma moral propia y nos ayuda a modificar una situación - explica Bermejo-; sin embargo, hay un tipo de culpa irracional que nace emocionalmente y no es real, “nos atribuimos una culpa en la muerte de la otra persona. “Esto también puede cumplir una interesante función para el duelo: puede ser más barato dolosamente la autoculpabilidad por la muerte que entender el misterio de la vida”.
- Adaptarse al ambiente en el que el difunto ya no está, lo que implica desmontar los lugares y las cosas, hacer la paz con los espacios y asumir tareas que hacía la persona difunta.
- Invertir energía emotiva en otras relaciones: darse permiso y permitirse amar a otras personas.
Este duelo, en el caso de las residencias o centros de atención a mayores, no solo implican a las familias de la personas fallecida, sino también al resto de residentes o compañeros y compañeras en las actividades, al entorno local en el que se ubica el centro y, por supuesto, al equipo de profesionales que ha cuidado a la persona.
Por otro lado, Bermejo, ha añadido las tareas espirituales del duelo que se recogen en el libro Las 7 tareas espirituales del duelo y que son fruto de su experiencia profesional en toda su carrera para la elaboración de lo que se llama habitualmente un duelo sano:
- Pasado
- Recordar sanamente a la persona fallecida
- Agradecer y perdonar a la persona, sus actos, sus relaciones…
- Presente
- Celebrar y ritualizar. Ha explicado que “la ausencia de ritos, deshumaniza”, algo que hemos vivido especialmente durante la pandemia, por lo que va en contra del modelo de Humanización de los Cuidados
- Significar y compartir en intimidad
- Acoger la herencia y el legado de la persona difunta
- Futuro
- Cultivar la esperanza
- Proyectarse creativa y solidariamente, ¿qué hago ahora?
“Estamos viviendo en una cultura paliativa” donde se medicaliza y se hospitaliza a la persona en mayor medida por procesos que son naturales para “quitarnos a los muertes de encima”, decía con ironía. Y recalcaba la importancia de las residencias como lugares donde morir, ya que es la casa de muchas personas y donde quieren fallecer.
Las jornadas han sido muy dinámicas, con momentos para la reflexión y el debate y donde las personas asistentes han participado de forma muy activa tanto online como ofline.
Sostenibilidad local
En el proceso de organización de las jornadas se ha contado con entidades y proveedores locales en todos los procesos y, especialmente, de manera sostenible y circular como el trabajo de Costura Poderosa o Xilema Catering; así como los equipos técnicos y de la Catedral de Pamplona y la Mancomunidad de la Ribera.
Lares Navarra
Creada en 1992 para mejorar la calidad de vida de las personas mayores, y profesionalizar el sector. Lares Navarra es la Asociación de Residencias y Servicios de Atención a los Mayores-sector solidario, es decir, aglutina a las residencias sin ánimo de lucro de la Comunidad Foral. Fundaciones, patronatos municipales o residencias de órdenes religiosas encuentran en Lares un espacio donde compartir experiencias y trabajo. “Nuestro objetivo fundacional era mejorar la gestión de los centros residenciales y de atención a la Tercera Edad tanto en los ámbitos organizativos, profesionales y asistenciales. Y, sobre todo, nació para mejorar la calidad de vida de las personas mayores, y profesionalizar el sector”.