La presidenta del PPN, ha denunciado que Navarra va a acabar secuestrada por el nacionalismo si el Gobierno de Barkos sigue forzando la implantación del vascuence
Pamplona/Iruña, 12 de diciembre de 2017
La presidenta del PPN, Ana Beltrán, ha afirmado: “Hay que parar el gasto en promocionar el euskera porque, de lo contrario, vamos a acabar como Cataluña”.
La presidenta popular ha alertado de que “Navarra va a acabar secuestrada por el nacionalismo si el Gobierno de Barkos sigue forzando la implantación del vascuence”. Y ha censurado que se hayan destinado 50.000 euros a una campaña de promoción del prestigio social del euskera, que se suman a otras cantidades escandalosas con el mismo fin.
“El Ejecutivo de Barkos, tal y como ha hecho el Gobierno independentista en Cataluña, utiliza la lengua como arma política para extender el nacionalismo a todos los rincones de nuestra comunidad”, ha alertado Beltrán.
“Desde que alcanzó el poder, el Gobierno de Barkos se puso manos a la obra para insuflar dinero al euskera con todos los recursos a su alcance. Incluso es capaz de sacrificar el bienestar de los ciudadanos, subiendo los impuestos, con tal de invertir lo recaudado en engordar el euskera”, ha denunciado.
“Invirtieron más de 100.000 euros en rotular los carteles de entrada a Navarra para que fueran bilingües e impulsaron una campaña de 50.000 euros para promocionar el euskera en la zona no vascófona”, ha detallado Beltrán.
“Por otro lado, se gastan 200.000 de los presupuestos de este año para que los funcionarios aprendan el euskera, chantajeados ante el temor de perder su trabajo; se dan 700.000 euros para que lo aprendan los adultos y más de 500.000 para el uso del euskera en los medios de comunicación; 700.000 para fomentarlo en el ámbito municipal y casi 200.000 para su utilización en el ámbito educativo”, ha censurado.
“La locura del Gobierno de Navarra con el euskera ha traspasado ya todos los límites. Es irreverente que se despilfarren semejantes cantidades salidas del bolsillo de los navarros para promocionar un idioma que sólo habla un 12%”, ha manifestado. “Pero, sobre todo, es peligroso, porque el fin que se persigue va mucho más allá un mero interés cultural; lo que está detrás de todo este engranaje movido por el euskera es la construcción nacional del Gobierno. Y el soporte económico que le destina es un despilfarro: nada más y nada menos que 10 millones de euros a un Plan para el fomento del euskera”, ha concluido.
