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El Departamento de Salud y Osakidetza inciden en la importancia del sueño de calidad y el descanso como aspectos esenciales para la salud y el bienestar

La apnea obstructiva del sueño, trastorno más frecuente en los hombres, es una enfermedad en la cual la vía aérea superior se cierra durante el sueño

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Con motivo del Día Mundial del Autocuidado, que se celebra cada año el 24 de julio, el Departamento de Salud del Gobierno Vasco y Osakidetza inciden en la importancia del descanso y el sueño de calidad como aspectos esenciales para la salud y el bienestar; dado que alrededor del 46% de la población de Euskadi sufre algún tipo de trastorno del sueño. En el caso de las mujeres, el trastorno más habitual es el insomnio y en el caso de los hombres, la apnea obstructiva del sueño.  

Aproximadamente un tercio de nuestra vida lo pasamos durmiendo. Es decir, que si vivimos en torno a 80 años, 27 años los dedicamos a dormir. De ahí que sea determinante hacerlo adecuadamente y que el sueño sea reparador, para restablecer el equilibrio físico y psicológico.

Osakidetza, a través de su portal Osasun Eskola pone a disposición de las y los ciudadanos variedad de información y formación relativa al cuidado de la salud y, entre otros temas, destaca las pautas sobre el sueño y el descanso que se ha añadido recientemente.

La enfermera Andrea de Sayas Gallo, especialista en salud mental, recuerda que es fundamental concienciar a toda la sociedad de la importancia de cuidar el sueño y el descanso, puesto que ayuda a fortalecer y cultivar la salud mental, física y emocional, fomentando la prevención de cualquier tipo de enfermedad o malestar mental o físico.

De hecho, tener hábitos saludables en lo que respecta al descanso ayuda a reducir el riesgo de problemas de salud, como diabetes y enfermedades del corazón; disminuye el estrés y mejora el estado de ánimo; ayuda a pensar con más claridad y desempeñarse mejor en el trabajo, contribuye a mejorar la toma de decisiones; libera hormonas sexuales o del crecimiento, especialmente importantes en la infancia y adolescencia; y favorece el mantenimiento de un peso saludable.

No obstante, existen diferentes trastornos del sueño, y algunos son un importante factor de riesgo para desarrollar enfermedades físicas como alteraciones vasculares, y problemas psicológicos, como cambios del estado del ánimo y trastornos de ansiedad.

El insomnio es el trastorno del sueño más conocido. Consiste en una pérdida en la calidad o cantidad de sueño que ocurre al menos 3 veces por semana y que siempre debe ir acompañado de algún síntoma o consecuencia diurna, ya sea somnolencia, cansancio, irritabilidad, cambios de humor o pérdida de atención, entre otros. Se estima que entre un 10% y un 15% de la población adulta padece insomnio crónico (dura más de 3 meses) y que entre un 25% y un 35% ha sufrido un insomnio ocasional o transitorio en situaciones estresantes. Además, cabe recordar que este trastorno del sueño es más habitual entre las mujeres. 

La apnea obstructiva del sueño, trastorno más frecuente en los hombres, es una enfermedad en la cual la vía aérea superior se cierra durante el sueño, impidiendo que el aire pase por la garganta y llegue al pulmón. Estas personas presentan, entre otros síntomas, ronquidos, pausas de la respiración de al menos diez segundos (apneas) y somnolencia excesiva por el día. El riesgo de padecerla aumenta con la edad alcanzando un valor máximo entre los 50 y 70 años.

¿Cómo mejorar el descanso?

Adoptar medidas de higiene del sueño puede ser el primer paso para mejorar el descanso. Andrea de Sayas Gallo cita algunas medidas que podemos incluir en nuestra rutina diaria:

  • Intenta acostarte y levantarte todos los días a la misma hora
  • Crea un ambiente que te ayude a conciliar el sueño:
  • Establece una rutina que repitas todas las noches
  • Realiza ejercicio físico con regularidad
  • Evita el consumo de tabaco, alcohol y/o bebidas estimulantes, así como comidas copiosas y líquidos al menos 3 horas antes de acostarte.
  • No te metas en la cama con hambre o sed.
  • Evita utilizar dispositivos electrónicos antes de dormir.
  • Practica actividades de relajación

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