Los ríos de Pamplona albergan al menos dos especies de peces exóticos, el alburno y la perca americana. Además, se han detectado también otras seis especies autóctonas, como la locha, el barbo, la chipa o la trucha, entre otras. No obstante, la abundancia de ejemplares de alburno es mayor que cualquier otra, representando un 34% del total de peces detectados en varios sondeos realizados en el mes de diciembre.
El Ayuntamiento de Pamplona encargó la realización de varios muestreos para determinar la calidad del agua de los ríos de la ciudad, dentro de la acción B16 del proyecto Runa 2025 de renaturalización de los entornos fluviales de Pamplona. RUNA 2025 ha obtenido 2,7 millones de euros en la convocatoria de ayudas de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, financiado por la Unión Europea – NextGenerationEU.
Además de determinar la calidad biológica del agua, el estado trófico de los ríos y medir los parámetros físico-químicos y microbianos, también se realizó un análisis de la comunidad piscícola. Para esto último se realizaron cuatro muestreos en otras tantas estaciones, ubicadas en el río Arga, Elorz (2) y Sadar, a través de la pesca eléctrica. Se trata de un método que permite anestesiar a los ejemplares para poder identificar la especie, medirlos y pesarlos. De esta forma, se puede describir la estructura de las poblaciones por tallas para cada especie existente. Una vez finalizadas las mediciones, los peces son reanimados y devueltos al río.
En los muestreos realizados en diciembre, se capturaron 1.180 ejemplares de ocho especies diferentes: la locha, el gobio, el barbo, la madrilla, la chipa, la trucha, el alburno y la perca americana.
La más numerosa es el alburno, con 402 ejemplares detectados, lo que supone el 34% del total analizado. Incluida en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, este pequeño pez es habitual en regiones templadas en Europa. Su introducción en España fue detectada en 1992 para alimentar a otras especies exóticas invasoras, especialmente el lucio o el blackbass. En Pamplona, la mayor presencia se ha detectado en el río Sadar, con 350 ejemplares, mientras que en el río Elorz se censaron 51 y tan solo un ejemplar en el río Arga. Su presencia, cada vez más numerosa en las aguas de la ciudad, pone en riesgo la supervivencia de especies alóctonas. En cuanto a la presencia de perca americana, en estudios anteriores sólo se había encontrado en el lago de Mendillorri, por lo que su presencia en los cauces naturales es una mala noticia, de ahí la importancia de no soltar especies alóctonas ni siquiera en los lagos artificiales de la ciudad.
Al alburno le sigue, en cantidad de ejemplares, la loina, especie autóctona, de la que se detectaron 365 peces en los análisis realizados. Supone, así el 31% de los ejemplares identificados a través de la pesca eléctrica. Su presencia también es mayor en el río Sadar, con 200 ejemplares, frente a los 130 del Elorz y los 35 del Arga. La tercera especie con mayor presencia en las aguas pamplonesas es la chipa, que supone el 20% de los ejemplares identificados (239 en total: de los que 85 fueron el río Sadar, 124 en el Elorz y 30 en el Arga). Al igual que la loina, la chipa es también una especie autóctona.
Más estudios en 2025
A mayor distancia, los muestreos pudieron detectar también la presencia de gobio (un 10% del total, con 115 ejemplares), el barbo (un 3% con 35 peces), la locha (un 2% con 20 ejemplares), la truca (un 0,25% con 3 ejemplares) y la perca americana, también especie invasora, de la que se detectó un único ejemplar en el río Elorz (0,08%).
Precisamente presencia de truchas es un indicador de la salud del río. Esta especie autóctona es una de las más exigentes en cuanto a calidad del agua y una de las más afectada por las especies invasoras, de ahí su baja presencia. Las truchas necesitan aguas frías y bien oxigenadas para el desarrollo de sus poblaciones. Los muestreos realizados han detectado una trucha en el río Elorz y dos en el Arga. La presencia de esta especie en los ríos pamploneses y navarros es importante, aunque en el muestreo haya sido testimonial, ya que se encuentra muy lejos de las densidades potenciales propias de aguas alejadas de los impactos antrópicos.
En cualquier caso, los resultados hechos públicos ahora, que han estado condicionados por el caudal de los ríos, son un avance de los resultados definitivos, que se aportarán tras realizar ocho nuevos muestreos a lo largo de este 2025. De hecho, las especies capturadas hasta el momento no suponen la comunidad piscícola completa. En esa comunidad habría que contar también otras especies amenazadas catalogadas con algún grado de protección, entre ellas, la bermejuela, cuya presencia se detectó en estudios anteriores, o la lamprehuela y el blenio, que se sabe que habitan en la cuenca del Ebro y los cauces cercanos.
