Alrededor de 150 personas han participado esta mañana en una marcha celebrada en Sesma para mostrar su rechazo a la macroplanta de biometanización prevista en la localidad. Los participantes han denunciado la proliferación de macroproyectos de biogás en la comunidad que, aseguran, están siendo impulsados por empresas al calor del negocio privado y del dinero público sin una planificación adecuada.
La planta de biometano de Sesma proyectada tendría una capacidad de gestión de 184.000 toneladas de residuos al año. Los manifestantes han alertado sobre el grave impacto que esta infraestructura tendría en la zona, que es uno de los lugares representativos de los ecosistemas esteparios de Navarra y que alberga poblaciones de especies como la avutarda, el sisón o el cernícalo.
Entre las principales preocupaciones manifestadas por la ciudadanía se encuentran los riesgos de contaminación que el proyecto podría generar:
-
Suelo y aguas subterráneas: Por el uso de sustancias peligrosas en sus procesos.
-
Aire y cambio climático: Por la emisión de Amoníaco y Metano, que además de causar olores fuertes, son perjudiciales y contribuyen al cambio climático.
-
Ruido: Que también afectará al medioambiente y a la calidad de vida.
Los vecinos de Sesma y pueblos aledaños han destacado que la macroplanta alteraría su modelo de vida, la tranquilidad de sus pueblos y la convivencia vecinal. Aseguran que la contaminación resultante tendrá un perjuicio ambiental, social y económico.
Los participantes en la marcha han manifestado, alto y claro, su negativa al proyecto y han anunciado que seguirán luchando por el aire limpio, la huerta y un futuro sostenible hasta conseguir que el proyecto de la macroplanta de biometanización se paralice.






