Cuando falla la cantidad de vitaminas que ingerimos en la dieta, empiezan a producirse síntomas como una mayor propensión a coger un resfriado e incluso puede acarrear una anemia. Y es que no hay médico en el mundo que no recomiende ingerir al menos tres piezas de frutas y verduras al día.
Una de las vitaminas más importantes y cuyo consumo especialmente necesario en algunas épocas del año para mantener fuerte el sistema inmunológico es la vitamina C, que nuestro organismo y el de algunos mamíferos son incapaces de originarla por sí mismos.
Pero, ¿qué tipo de alimentos o frutas se deben ingerir de forma frecuente para lograr unos niveles aceptables de vitamina C en el organismo? Lo cierto es que son muchos los tipos de frutas y verduras en las que se encuentra esta vitamina de forma natural, pero sin duda los que cuentan con una cantidad mayor son los siguientes:
Naranjas
Es la fruta que todo el mundo sabe que aporta un gran cantidad de vitamina C y es no hay nada igual a unas naranjas frescas de Valencia para ingerir esta vitamina sin ningún tipo de esfuerzo, ya que es una fruta muy jugosa y refrescante y que sienta especialmente bien al estómago. Una naranja completa puede llegar a aportar hasta 83 mg de vitamina C y por eso no debe faltar en la despensa de ningún hogar.
Papaya
Es una de las frutas exóticas más famosas por su buen sabor y además porque también constituye una buena fuente de vitamina C. Una papaya de tamaño normal puede llegar a aportar cantidades significativas de vitaminas y minerales y por eso es una de las frutas que tampoco debe faltar en ningún hogar que piense en cuidar su salud.
Mandarinas
Es otro de los cítricos por excelencia que también es rico en vitamina C. Está especialmente indicada para los más pequeños de la casa ya que es una fruta pequeña y está tan buena que puede parecerles una auténtica golosina. Es una forma fácil y rápida de que ingieran las vitaminas necesarias sin que monten un berrinche.
Fresas
Las fresas es otra de las frutas que son una potente bomba de vitaminas. Y es que una pequeña cantidad de fresas puede aportar la cantidad necesaria de vitamina C que un adulto puede necesitar en un día. Ya sea ingiriéndolas solas o acompañadas de un poco de azúcar para contrarrestar su sabor ácido a veces, pueden ser una alternativa más para introducir en la dieta.
Además de las frutas citadas anteriormente existen otras como pueden ser las granadas o los pomelos que también pueden ser unas opciones saludables para ingerir diferentes tipos de vitaminas y entre ellas la vitamina C.
Y es que la naturaleza ofrece todo tipo de alternativas para todos los gustos para que conseguir la ingesta de vitaminas no sea algo complicado ni caro, sino que más bien es todo un gusto al saborear frutas tan ricas como estas.
