Reparaciones de calderas: un buen mantenimiento a tiempo evita problemas

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Termina el buen tiempo y vuelven los pijamas de lana, los edredones, los caldos hirviendo... y más importante aún, la calefacción. Sin embargo muchas veces nos encontramos con la desagradable sorpresa de que nuestra caldera no funciona correctamente por lo que precisamos de una reparación.

Para evitar fallos que suelen ser más bien estacionales, se recomienda siempre cuidar el mantenimiento de las calderas durante el verano, y por supuesto cumplir a rajatabla con las revisiones técnicas periódicas.  

Sin embargo, si no somos un experto en este tipo de reparaciones lo mejor es poner este tipo de reparaciones de calderas en manos de unos profesionales en este enlace  

PROBLEMAS MÁS COMUNES DE LAS CALDERAS

Y es que las calderas, como los coches pueden presentar una gran variedad de averías que apenas se pueden intuir con un pequeño sonido, un charquito de agua, una bajada de presión... identificarlos a veces puede ser una tarea sutil pero fácil; pero su solución debe correr de manos de los mejores expertos.

Estas son algunas de las averías más comunes:

Pérdida de agua caliente: La  pérdida de agua en las calderas es una situación a la que la mayoría de personas nos hemos enfrentado. Ese clásico charco de agua en el suelo puede denotar varios problemas, siendo el más común la rotura de un componente interno, una incorrecta instalación o la corrosión de los materiales. Sea cual sea la causa del problema es importante no intentar arreglarlo por cuenta propia ya que de lo contrario puede derivar en problemas más serios. En estos casos recomendamos acudir a profesionales que podrán arreglar y diagnosticar de forma eficiente el problema.

Bajada de presión: Quizás este sea el problema menos grave de todos, pero uno de los más comunes. Provoca esos molestos cambios de temperatura que hacen oscilar la temperatura entre agua congelada e hirviendo. El problema en un principio puede solucionarse sin problema, pero como siempre, es aconsejable que de no saber solucionarse se recurra a un profesional.

Apagones repentinos de la caldera: Tras el buen tiempo y la bajada de temperaturas, comienza a ser necesario calentar la casa. Cuando esto sucede, los problemas comienzan a sucederse; siendo uno de los más comunes y molestos el de los apagones repentinos.

Para volver a poner la caldera en marcha es necesario desmontar la caldera, pero es desaconsejable hacerlo ya que se puede estropear la instalación. En su lugar es recomendable llamar a profesionales.

Obstrucción en la salida de humos: Uno de los mayores problemas que puede tener una caldera puede ser la obstrucción en la salida de humos, un error grave que puede traer problemas serio. Este es un problema que ha de solucionar un experto de inmediato, ya que hay que desalojar el dióxido de carbono de la instalación. Es importante solucionar este problema en cuanto se notifique.

Alguno de estos problemas pueden no ser graves, pero a menudo son síntoma de otros mayores. Como tal, es mejor acudir a la ayuda de un profesional que pueda diagnosticar problemas de mayor gravedad.

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