Amorino, la casa italiana de helados
artesanales cien por ciento naturales y de productos gourmet, llegó
a Pamplona tras una selecta expansión por todo el territorio
nacional. Con esta apertura, y la posterior en Barcelona, Amorino
alcanzó los 34 establecimientos en funcionamiento en España y más
de 150 a nivel internacional. Aunque, planea cerrar el año con 35
locales activos.
La
nueva heladería está ubicada en Calle de la Estafeta 79, y cuenta
con una superficie de 70 metros cuadrados, y aforo para 25 personas.
Ahora, tanto el público local como los miles
de turistas que visitan la ciudad
pueden disfrutar por primera vez en la región de este concepto único
de heladería y degustar sus más de 20 sabores distintos.
"La
entrada en Pamplona ha sido un objetivo prioritario para la compañía
y pensamos que esta ubicación es la más adecuada para presentar
nuestro modelo de negocio a nivel internacional gracias a las fiestas
de San Fermín", afirma Judith Borrás, directora general de la
compañía en España.
Aunque,
Amorino es una cadena de heladerías italiana, nació en París en el
año 2003, por iniciativa de los amigos y empresarios italianos
Cristiano Sereni y Paolo Benassi, ellos tenían como objetivo
mostrarle al mundo el auténtico helado italiano, y así lo vienen
logrando, instalándose en las principales ciudades y países como:
Italia, Francia, Alemania, Inglaterra, España, Portugal, Bélgica,
Luxemburgo, Suiza, República Checa, Marruecos, Arabia Saudí, Dubai,
Estados Unidos, México y Corea del Sur.
Sus
tiendas son fácilmente reconocibles, ya que se distinguen de la
competencia por su elegante diseño y decoración, al estilo
boutique. Cada detalle ha sido elegido cuidadosamente, ya que sus
vitrinas, mostradores e incluso sus cafeteras tienen diseños
atractivos como parte del concepto.
El
acompañamiento ideal para la gran diversidad de sabores de helados
que presentan son los gofres y crepes. Estos postres,
con origen en Francia y Bélgica,
se han convertido en coprotagonistas de su producto principal.
Actualmente, las gofreras cuentan con termostatos que ayudan a
obtener la textura deseada del postre, lo cual ha permitido que un
alimento frío se complemente a la perfección con uno caliente.
Además,
Amorino destaca por trabajar con productos cuidadosamente
seleccionados, desde frutas de los cinco continentes (mango Alfonso
de India, vainilla Bourbon de Madagascar, coco de Sri Lanka, etc.),
bio de gallinas de corral,
leche fresca y otras materias primas de primera calidad, con el fin
de cumplir de manera estricta con el verídico sabor italiano.
Si
hablamos de sus helados estrella, están hechos a base de productos
naturales, sin colorantes, ni aromas artificiales y son presentados
elegantemente en forma de flor, sobre el típico cucurucho. El
cliente puede elegir cada pétalo de distinto sabor, sin límite en
la elección. Los sabores son inagotables, ya que varían de acuerdo
al paso de las estaciones, en una paleta que va mucho más allá de
lo convencional.







