El Pueblo Viejo de Sarriguren se reencuentra con su pasado

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En la foto: La experta María García

Han comenzado los trabajos de desbroce de la zona del Pueblo Viejo de Sarriguren y exhumación de los restos que, justo, al lado de la ermita antigua servía de descanso para los fallecidos durante los siglos XIII Y XIV

Sarriguren, 12 de junio

Han comenzado los trabajos de puesta a punto de uno de los lugares emblemáticos de la Ecociudad de Sarriguren. El Pueblo Viejo de Sarriguren data de la Edad Media del S. XIII (1213), con sus primeras menciones en la historia. Tres fuegos u hogares eran su recorrido, hogares centrados en las tareas de labranza.

Sarriguren, o “la hermosa espesura”, era un pequeño enclave dominado por la Ermita de Santa Engracia, de estilo gótico y edificada, según cuentan, en ese mismo siglo. El torreón que domina el alto se sugiere perteneciente a una familia de ilustres.

Su testimonio antiguo se basa en una producción agraria, cerealista, y ganadera, organizando su vida y costumbres en reuniones o concejos, plega et batzarre. Uno de esos enclaves que con el paso de los siglos queda relegado al peso de la historia.

Pero el destino quiso para él una corte de nuevas edificaciones, nuevos desafíos de la edad moderna. Su antigua situación le confiere, a su vez, en aquellos primeros momentos (2006-2008) ser el epicentro cierto de la nueva urbe que emerge a su alrededor. Su protagonismo no es casual, es la memoria.

Nasuvinsa, en el año 2008, una vez echada a andar la  primera fase de la urbanización, se centra en recuperar el pueblo viejo de Sarriguren. Una rehabilitación que concentra primeramente sus esfuerzos en la ermita de Santa Engracia, ya desacralizada y destinada a funciones culturales, y en los proyectos que debieran rejuvenecer el resto del pueblo viejo. 

Seis años después del comienzo de la rehabilitación y 700.000 euros invertidos han servido para que la ermita de Santa Engracia luzca hermosa en su exterior, recuperando su aroma al pasado, aunque en su interior falten detalles tales como el cuadro de luces y alguna cosa más.

De esta forma, justo en el exterior de la ermita yacen unos cuarenta cuerpos en un cementerio de la Edad Media que, en los próximos días, quedarán limpios para que Príncipe de Viana se los lleve, a una decena de ellos, y los conserve y estudie. Una joya del pasado.

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