La Policía Nacional ha detectado la presencia de varios grupos dedicados a perpetrar este tipo de engaños en Pamplona y pide la colaboración ciudadana para detectarles
Pamplona, 12 de agosto
En los dos últimos meses, se han registrado varias denuncias por hechos de esta naturaleza, siendo empleado en unos casos el método llamado “timo de la estampita” y en otros el “timo del tocomocho”. También se tiene conocimiento de casos similares denunciados en otros cuerpos policiales.
Algunos de los hechos denunciados
El llamado timo del "tocomocho" o "timo de la estampita" han dejado a varias vecinas de la comunidad foral mermado su capital y sin las joyas que llevaban puestas, como muestran los siguientes casos:
• A finales del mes de Junio una vecina de Pamplona, de 75 años, fue abordada por una chica joven “la cual parecía tener mermadas sus facultades mentales”, manifestándole que había encontrado un fajo de billetes de 50 euros, y que tenía intención de repartirlos, a la trama se unió un joven “el gancho” el cual le hizo ver que engañarían a la chica y se repartirían el dinero. Finalmente la mujer fue víctima de una estafa de 3000 euros, cantidad que previamente había retirado del banco.
• En la localidad de Tudela, a mediados del mes de Julio, otra mujer de 75 años fue víctima de hechos similares (mismo modus operandi), entregando a los estafadores 6.000 euros. La víctima presentó denuncia en Comisaría Local de Tudela.
• Esa misma semana en Pamplona, otra mujer de 66 años también fue víctima hechos similares entregando a una pareja 1500 euros que tenía en casa, así como 2000 euros que retiró en una sucursal bancaria y todas las joyas que llevaba encima.
• El día 29 de julio de los presentes, otra vecina de Pamplona de 74 años de edad, con idéntica trama delictiva, entregó 3000 euros que había retirado de una entidad y 4000 euros que sacó de otra cuenta bancaria, además de varias joyas.
• El pasado día 04 de agosto de 2014, una nueva víctima, otra mujer de 70 años de edad, entregó a una pareja la cantidad de 3000 euros que retiró del banco, si bien en esta ocasión la modalidad delictiva fue la de “decimos de la ONCE supuestamente premiados” que se los entregaron a cambio del dinero. Todo resultó ser un engaño.
¿Cómo actúan los delincuentes o “modus operandi”?
Timo de la estampita
La víctima es abordada por un estafador, con supuestamente mermadas sus facultades mentales. El estafador lleva consigo un sobre lleno de billetes, a los que no da ninguna importancia, tratándolos como estampitas. Entonces entra en escena un segundo timador (el gancho), que convence a la víctima para que juntos engañen al disminuido ofreciéndole una pequeña cantidad de dinero por sus estampitas. Después de entregar el dinero, la víctima recibe el sobre, pero cuando lo abre, en lugar de encontrarse los billetes, encuentra recortes de papel, ya que han hecho el cambiazo de forma imperceptible para la víctima (requiere de una cierta habilidad). Para ese momento, los estafadores ya están demasiado lejos, y la víctima ha perdido su dinero.
Tocomocho
La víctima es abordada por un estafador manifestando tener un billete de lotería premiado y que por alguna causa no puede cobrar. El estafador ofrece a la victima venderle el boleto por menos dinero del que corresponde al premio.
Para dar mayor credibilidad al timo irrumpirá un segundo estafador (gancho), que suele afirmar la autenticidad del premio exhibiendo un listado de boletos premiados en un periódico. Cuando la víctima compra el boleto premiado y va a cobrarlo a la ventanilla de la administración de lotería comprueba que el mismo es falso.
Tipo de víctimas
Las víctimas, que previamente son elegidas por los timadores, suelen ser “presas fáciles”, personas de edad avanzada, últimamente mujeres, que se encuentran solas en un parque o caminado.
Una vez han sido objeto de la estafa, en las dependencias policiales, las víctimas mostraban incredulidad ante lo sucedido preguntándose: ¿cómo pude llegar a subirme en un vehículo con personas desconocidas?; ¿cómo fui a un banco donde nunca había entrado y retirar esa cantidad tan elevada de dinero para entregársela a esas personas? Una de las recientes víctimas manifestó: “entregué todas las joyas que llevaba encima, incluso la alianza de mi boda y un reloj que era de mi madre, no sé cómo pude hacer eso”.
Dificultades para la investigación
El problema con el que se encuentran los investigadores es que en la mayoría de los casos las víctimas no reconocen a los timadores. Todas las víctimas son personas mayores y no recuerdan nada, por otra parte muchos de los afectados no llegan a presentar denuncia.
Los timadores forman grupos organizados e itinerantes que se desplazan a distintas provincias para evitar ser identificados y detenidos.
Esta modalidad delictiva que no suele causar una “grave alarma social” deja a los timadores un gran botín con un mínimo riesgo a ser detenidos “in fraganti”, y solamente se vuelven agresivos si la víctima finalmente no entrega el dinero, o detectan la presencia policial.
Importancia de la colaboración ciudadana para detener a los estafadores
En este sentido, la Policía Nacional destaca la importancia de la colaboración ciudadana, caso de sospechar que alguien puede estar siendo víctima de este tipo de timos, alerte a la policía, o anote datos sobre vehículo o cualquier otra incidencia que pueda abortar el futuro timo. En este sentido, también se ha informado a las entidades bancarias de que cuando estas personas, se personen en la entidad para retirar cantidades injustificadas de dinero, pese a que es su dinero, les avisen de que pueden ser objeto de un timo, o en todo caso alerten a la policía.
Recomendaciones
La Policía Nacional recomienda sobre todo y especialmente a las personas de edad avanzada, que desconfíen de quienes se acerquen a ellos en la vía pública manifestando haber sido agraciados con un premio de lotería o exhibiendo una gran cantidad de billetes, y que den aviso inmediato a la Policía llamando al teléfono 091 o comunicándolo a una patrulla policial.
En este sentido, y aunque uno crea que no puede ser víctima de este tipo de engaños, si lo puede ser un familiar suyo, por lo que se debe alertar al entorno familiar, principalmente personas de avanzada edad, de este tipo de hechos.







