Foto: ateak ireki
El establecimiento comercial de comida rápida Burger King fue abierto en Pamplona, en la céntrica calle Mercaderes 17 de la parte vieja, a primeros del mes de julio de 2013. Desde el mes de mayo de 2013, mes en que iniciaron las obras de reforma del local para su apertura como establecimiento de comida rápida.
Pamplona, 17 de noviembre
El establecimiento comercial sufrió actos vandálicos de daños, pintadas, cuatro amenazas, insultos… "por parte del entorno radical izquierda Abertzale, ya que han considerado la apertura del local como una intromisión del imperialismo yanki en el casco viejo-Alde Zaharra de Pamplona", dice la sentencia del Juzgado de lo Penal número 1 de Pamplona.
Prosigue la sentencia que "se convocaron manifestaciones en contra del establecimiento y se colgaron videos contra el Burger King en una página de Facebook, con imágenes de cristales dañados y en llamas del establecimiento…”; se colocaron "pancartas intimidatorias y vejatorias en la puerta del establecimiento y se produjeron episodios concretos y puntuales de destrozos, insultos, agresiones…"
El día 2 de julio de 2013, día de la inauguración del local, a las 20:00 horas, "un grupo de unas quince personas se acercaron a la puerta del local, arrojaron el contenido de varias bolsas de basura, esparcieron su contenido por el mismo y comenzaron a gritar consignas" como “Burger King Fuera de aquí, Burger King Kanpora", colocando frente al local una pancarta donde se podía leer "contra la explotación laboral y el comercio local, imperialismo Kanpora."
En concreto, el dia 13 de julio de 2013 a las 09:30 horas, "accedieron al local tres personas, portando en sus manos una valla azul de las usadas por la Policía Municipal de Pamplona; la arrojaron dentro del local, comenzaron a gritar amenazantes consignas" como “fuera de aquí, hasta que no os vayáis no vamos a parar. Aquí nos os queremos, hijos de puta"; amenazaron con “quemar el local” y volcaron varias mesas y sillas del interior del establecimiento.
Explicando los hechos en la sentencia, "la gerente del establecimiento les reprochó su acción, les manifestó que abandonasen el lugar, y una de las acusadas le agarró de la camisa y le volvió a amenazar diciendo “fuera de aquí, hasta que no os vayáis no vamos a parar”.
A los veinte minutos, continúa, accedieron al local en la misma actitud violenta e intimidatoria, un grupo de cuatro varones, tiraron mesas y sillas, y amenazaron e insultaron a los empleados del local con los mismos gritos anteriores y con otros nuevos como “explotadores”.
A los diez minutos, "volvieron al local un grupo aún más numeroso de personas, chicos y chicas e intentaron acceder a su interior; fueron impedidos por los empleados del local; volvieron a tirar mesas y sillas y golpearon a una testigo con patadas, golpes en piernas, espaldas y costillas…; la tiraron al suelo, la sacaron a rastras a la calle y forcejearon con ella".
"Los empleados consiguieron introducir dentro del local a la gerente agredida y cerraron la puerta, y uno de los acusados, muy agresivo, intentó una y otra vez abrir la puerta o romper el cristal, con gritos, amenazas e insultos como “Os vamos a quemar el local, hijos de puta, iros de aquí…” y otras expresiones y frases en euskera con el mismo tono amenazante."
Como consecuencia de estos hechos, el establecimiento comercial sufrió daños en un taburete y en dos encimeras, que se encuentran tasados en 73,90 euros y 569,96 euros, respectivamente.
Esa misma tarde, sobre las 19:30 horas, un grupo muy numeroso de personas con múltiples banderas entre las que se "encontraba la ikurriña", colocaron una pancarta en la puerta del establecimiento, tapando la misma, con la siguiente inscripción: “imperialismo pucutará”.
El día 31 de agosto de 2013, dice el auto, que tres personas entraron al local, se sentaron en una de las mesas situadas a la derecha; uno de ellos, realizó en la mesa con un rotulador un dibujo de la cabeza de un abuelo con txapela, una hamburguesa y una inscripción “Burger pis”. La mesa no ha podido ser reparada, resultando inutilizada para su uso, y está valorada en 284,98 euros.
Tras un muy corto espacio de tiempo, los tres abandonaron el lugar, llevándose, un expositor tijera de publicidad, valorado en 172,22 euros.
Por estos hechos, el Juzgado de lo Penal ha puesto condenas que van desde los 4 días a los 15 meses de prisión por estos actos a los cuatro de los acusados, absolviendo a uno de ellos.








