El 93% de la población autóctona de Pamplona y el 89% de la población migrada declara tener un alto nivel de satisfacción por residir en Pamplona. Están a gusto en la localidad, lo que se traduce en un elevado nivel de arraigo con el municipio y también en un importante sentimiento de pertenencia a Pamplona. Así, el 79% de la población autóctona y el 78% de la migrada seguiría viviendo en su propio o en otro barrio de la ciudad. Son algunos de los datos de un avance del Diagnóstico de diversidad cultural de la ciudad que ha conocido esta mañana la Comisión de Asuntos Ciudadanos. Este diagnóstico es un paso previo para la elaboración del I Plan de Diversidad Cultural y Ciudadanía Inclusiva de Pamplona, cuyo proceso comienza la próxima semana.
Jose Manuel Santana, director del Área de Educación, Participación Ciudadana y Juventud, ha explicado a la comisión las primeras conclusiones de este diagnóstico y las líneas generales del plan de trabajo que se seguirá a partir de ahora. El primer paso será trasladar los principales resultados obtenidos a las personas y asociaciones que han participado en su elaboración, tanto convocando al Foro de Diversidad Cultural, como informando a otras asociaciones y personas que han colaborado en el desarrollo del trabajo sin estar en el marco del Foro.
El objetivo general del Diagnóstico de diversidad cultural de la ciudad es el de analizar el grado y la calidad de la convivencia entre las diferentes culturas que conforman la sociedad pamplonesa actual. Este objetivo general se desglosa en otros objetivos más específicos e inmediatos, como son el identificar las percepciones de personas locales y migrantes sobre la convivencia en la sociedad pamplonesa actual, situar las fortalezas, amenazas, debilidades y oportunidades de las relaciones de convivencia intercultural presentes en Pamplona, analizar los efectos que para mujeres y hombres tienen las situaciones actuales de la convivencia en sus posibilidades de integración y participación ciudadana y detectar si existen discriminaciones o desigualdades en las dinámicas sociales presentes en la sociedad pamplonesa.
Convivencia, coexistencia, hostilidad
Sobre todos los conceptos relacionados con el fenómeno de diversidad cultural en las ciudades de hoy, hay tres sobre los que ponen el foco la mayor parte de los estudios que quieren analizar la calidad de la relación entre las personas que llegan y quienes reciben. Se trata de los conceptos de “convivencia”, “coexistencia” y “hostitlidad”. Comúnmente se puede entender la convivencia como las relaciones de respeto y de comunicación positivas entre las personas; lo que no quita para que, al mismo tiempo, se puedan encontrar ciertos grados de conflictividad, tensiones o problemas que se llegan a abordar desde el diálogo y la negociación.
Existen varias dimensiones para analizar la convivencia, la coexistencia y la hostilidad. Por una parte, la dimensión relacional, que indica grados diferentes de convivencia, cuando hay una adecuada cohesión, disposición al diálogo y respeto; de coexistencia si las relaciones son mínimas, o de hostilidad, cuando se está por el no entendimiento, la no cooperación y el no respeto. La dimensión actitudinal es indicativa de las actitudes de aceptación, comprensión, empatía y respeto en situaciones y procesos en espacio de convivencia o, por el contrario, de actitudes de rechazo o intolerancia hacia personas “diferentes”.
En segundo lugar, la dimensión normativa que tiene que ver con usos, costumbres, normas; también con los valores (los que se comparten y los que no se comparten), la participación en sentido amplio (no solo el asociacionismo), la comunicación (lenguas, cauces, momentos, malos entendidos), todo lo relativo al conflicto (latente y manifiesto) y las identidades (compartidas y no compartidas) de los habitantes del lugar. Finalmente existe una la dimensión política, que integra las relaciones con lo público y político, “La Polis”.
Fases del diagnóstico
El diagnóstico se ha desarrollado en 2021 dos fases que en algún momento han coincidido en el tiempo y para realizarlo se han utilizado técnicas de recogida de información de tipo cualitativo y cuantitativo. La fase “cualitativa”, ha consistido en talleres participativos, entrevistas semidirigidas a jóvenes, una sesión del Foro de Diversidad y grupos de trabajo con personal técnico municipal. Se desarrolló entre los meses de septiembre y noviembre, y en ella han participado un total de 65 personas: 43 vecinos y vecinas de la ciudad a título individual o como miembros de asociaciones y más 22 profesionales de 6 Áreas Área Municipales que habitualmente tienen relación con personas extranjeras.
La fase “cuantitativa” se ha desarrollado entre octubre y noviembre, y ha consistido en una encuesta on-line, además de entrevistas telefónicas, en las que han participado 1.251 personas: 871 de origen español y 380 de origen extranjero.
Las primeras conclusiones: respeto, aceptación y arraigo
Aunque la conclusión general del diagnóstico es que en nuestra ciudad predominan las relaciones de coexistencia, porque “hay poca relación entre diferentes, pero la gente deja vivir y se respeta”, casi el 70% de las personas de origen extranjero y más del 80% de las de origen español que responden la encuesta valoran que en general tienen relaciones de convivencia con el vecindario en todos los espacios analizados (vecindad, barrio, centros culturales y deportivos, parques, comercios). Esto es incluso mayor en el espacio más cercano –el propio edificio- y en la relación con las personas encargadas de los comercios de barrio.
Además, hay un alto grado de aceptación general acerca de que una parte de la población de Pamplona proceda de distintos países, aunque con diferencias por origen y sexo: las personas extranjeras en general son más positivas, especialmente los hombres (87%) frente al 80% de las mujeres que ven “bien” o “muy bien” que en Pamplona residan personas de distintos orígenes. Entre las personas autóctonas, son más positivas las mujeres (80%) que los hombres (67%), entre quienes es más alto el porcentaje en una posición ambivalente -un 27% ve “ni bien ni mal”- o incluso contraria a la presencia de inmigración en Pamplona (5%).
Por otra parte, el 93% de la población autóctona de Pamplona y el 89% de la población migrada declara tener un alto nivel de satisfacción por residir en Pamplona. Ambos grupos de población, extranjera y local, presentan un importante grado de arraigo en el municipio (del 78% y 79%, respectivamente) y un alto sentimiento de pertenencia a Pamplona (76% y 88%, respectivamente) y un alto nivel de satisfacción residencial.
Según datos del Padrón del Ayuntamiento de Pamplona, a 1 de enero de 2022, un 20,6% de la población de la ciudad ha nacido en el extranjero (42.835 personas).