Navarra, presente con dos piezas en la remodelación del Museo Cluny de París – Museo Nacional de la Edad Media

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El Museo Cluny -Museo Nacional de la Edad Media de París- ha inaugurado este martes una exposición temporal para celebrar la remodelación del centro, y para ello cuenta con dos obras navarras en préstamo. En concreto, se muestran la Tabla de Crucifixión de la Catedral de Pamplona y la Cabeza de Cristo de Oliver del Museo de Navarra, también procedente de la Catedral.

Bajo el título “Toulouse 1300-1400: L’éclat d’un Gothique Méridional” (Toulouse, 1300-1400: el brillo de un gótico meridional), la muestra tendrá lugar hasta el 22 de enero de 2023 y elabora “un inventario inédito de la creación en Toulouse en el siglo XIV”.

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Según explican desde el Servicio de Patrimonio Histórico, las piezas navarras “han causado sensación entre los organizadores por su antigüedad y calidad, algo que pone en valor el patrimonio navarro, tan apreciado fuera de la Comunidad Foral, así como la importancia de los intercambios culturales transfronterizos”.

El interés en estas obras ha sido tal que la organización, además de correr con todos los gastos de gestión, transporte especializado y montaje, “ha costeado la fabricación de un marco microclimático para la Tabla, pieza de alto valor y muy delicada. Gracias a este nuevo elemento protector, la pieza viaja y se expone con la mayor seguridad posible”, señalan.

La Tabla de la Crucifixión pertenece a la escuela francesa del siglo XII. Es una pieza exquisita que combina labores propias de un orfebre con el preciosismo de un iluminador de manuscritos. “El artista empleó en su obra pan de oro trabajado con minuciosidad y pintura al temple, tal y como se hacía en los mejores libros miniados”. La Tabla, por su parte, “muestra en el centro a Jesucristo crucificado, en una cruz formada por dos troncos de árbol sin desbastar. Entre los detalles ornamentales aparecen signos de heráldicos de Navarra y Francia, que centran su datación entre 1285 y 1328”, añaden.

La Cabeza de Cristo, que forma parte de la colección permanente del Museo de Navarra, y desde el año pasado se expone en la Sala Pamplona dedicada a los murales góticos de la catedral de Pamplona, es obra de Juan Oliver, artista que ocupa un lugar destacado entre los pintores trecentistas de Europa occidental.

Época dorada de la pintura mural en el Reino de Navarra

La primera mitad del siglo XIV, durante la que Oliver trabaja en el Refectorio de la Catedral de Pamplona, “es la época dorada de la pintura mural en el Reino de Navarra”, comentan. La cabeza de Cristo de la escalera del lector del Refectorio es, junto con el Mural de la Pasión, “una obra extraordinaria, realizada por un artista de talla internacional que dejó una huella profunda y duradera”, se indica.

Para atender la solicitud del préstamo, técnicos de Cultura han trabajado estrechamente con los técnicos franceses y responsables del arzobispado, de modo que las piezas hayan podido viajar con los correspondientes permisos de exportación temporal y en las mejores condiciones posibles.

En la solicitud inicial, además de estas obras se encontraba la imagen de la Virgen de Roncesvalles, cuyo préstamo se denegó. Una vez finalizado el periodo de préstamo a París, a finales de enero, las obras volverán a Navarra y podrán ser de nuevo contempladas tanto en la Catedral de Pamplona, en la exposición Occidens, como en la sala 1.9 del Museo de Navarra.

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