Finalizan las obras de los nuevos pasos de cebra para facilitar el tránsito peatonal en el entorno de la rotonda de San Jorge

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Los cuatro nuevos pasos de cebra semaforizados diseñados en el entorno de la rotonda de San Jorge han entrado ya en funcionamiento con el objetivo de mejorar la accesibilidad peatonal en la zona. Gracias a estas infraestructuras, el vecindario podrá desplazarse por el barrio sin tener que atravesar el paso subterráneo y supone una solución a corto plazo ante la demanda ciudadana para reformar el entorno. Los miembros de la Comisión de Presidencia del Ayuntamiento de Pamplona han visitado esta mañana la zona, para conocer el resultado de las actuaciones municipales.

En concreto, se han ejecutado cuatro pasos de peatones dobles semaforizados para regular el tránsito peatonal en una vía de alta densidad de tráfico de la ciudad, como es la avenida de Navarra. Además, se han construido otros dos pasos dobles en la intersección con la avenida de San Jorge. Ambas vías dividen el barrio en cuatro secciones, hasta ahora conectadas en exclusiva por el paso subterráneo. Este hecho generaba inquietud entre la ciudadanía, por la dificultad que algunas personas tenían, sobre todo mayores y con movilidad reducida, para acceder a la zona soterrada de la plaza, debido a la inclinación de las rampas.

Las obras de adecuación y rebaje de aceras y pintado de pasos, que comenzaron a finales de junio, han tenido un coste de 157.943,86 euros. Además, se han instalado semáforos en las intersecciones y se ha reforzado el alumbrado para los peatones en los puntos de cruce. La obra, que cuenta con financiación procedente de los fondos europeos Next Generation EU, se ha realizado en dos partes. Por un lado, se procedió a la instalación de los nuevos semáforos y a la modificación de los existentes. Y, por otro, se ha ejecutado la obra civil necesaria para los nuevos pasos de peatones, incluida la instalación de pavimento podotáctil para garantizar la accesibilidad.  

El Ayuntamiento optó por esta actuación como primera solución al problema planteado por el vecindario porque podía ponerse en marcha en un breve espacio de tiempo y sin apenas afecciones de las obras. De hecho, los trabajos, que tenían un plazo de ocho semanas, comenzaron el 27 de julio y, finalmente, concluyeron en siete semanas.  Además, esta alternativa es compatible con otras que se puedan realizar en el futuro para dar más espacio al peatón y reducir los carriles de circulación, si tras planteamientos supramunicipales, se realizan nuevos accesos en la Comarca y se completa la malla urbana en la zona norte, reduciendo el tráfico por ambas avenidas. Igualmente, tampoco hipoteca la solución del soterramiento, si fuera posible y recomendada.

Durante toda la obra, se ha visto afectado los sistemas de riego y de recogida de pluviales, que se han tenido que modificar tras la modificación del uso de las medianas y de ampliaciones de acera. Además, se ha repuesto la parte de calzada afectada por las obras. 

En la ejecución de cada uno de los pasos de peatones se ha buscado asegurar que el nuevo cruce sea el más directo posible para los viandantes, primando la seguridad de sus futuros usuarios. Todo ello, tratando de no aumentar las afecciones a los vehículos ocupando carriles de circulación y minimizando las afecciones a elementos existentes. Tan solo ha sido necesario trasladar la caseta de la ONCE instalada en las proximidades, en coordinación con dicha organización.

 

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