“La búsqueda del bien común tiene que ser el objetivo del periodismo”, ha afirmado Mónica Codina, profesora de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, en el congreso “Un reinicio teórico para la ética periodística” celebrado recientemente. El congreso, coorganizado por la Facultad de Comunicación de la Universidad y Western Michigan University (Estados Unidos), ha reunido a expertos internacionales para hablar sobre la ética periodística y cómo conseguir que el periodismo ayude a la consecución de bienes comunes.
El congreso ha abordado la ética periodística desde diferentes ópticas: la política y el bien común, la práctica periodística en diferentes contextos culturales y políticos, los desafíos de la narración y la verdad periodística, los retos que afronta la profesión, etc. Entendiendo que “el periodismo sigue siendo una profesión de servicio público llamada a buscar los bienes de una comunidad. Es un trabajo imprescindible que necesita ser reforzado por medio de las buenas prácticas profesionales”, explican.
Una de las principales conclusiones de las jornadas ha sido la relevancia de poner en valor ejemplos de periodistas virtuosos. En un contexto internacional informativo marcado por la desinformación, la evasión de noticias y la polarización política, el periodismo se puede erigir como un elemento indispensable para fortalecer a las democracias y cumplir su función social. “Al final, los problemas del periodismo son parte de un problema social más grande”, afirmó Sandra Borden, de la Western Michigan University.
Otro de los puntos que se destacó en el congreso es el aprendizaje de la ética periodística a través de ejemplos. La comunicación de casos de éxito en el periodismo puede ayudar a transmitir comportamientos reflexivos y a establecer prácticas virtuosas en el desempeño de la profesión.
También se ha abordado la perspectiva tecnológica. Las herramientas de IA pueden ayudar a los periodistas a adherirse a los estándares éticos proporcionando retroalimentación en tiempo real sobre posibles sesgos, asegurando la credibilidad de las fuentes y destacando consideraciones éticas en la redacción. La tecnología bien utilizada tiene un gran potencial para fomentar comportamientos éticos en las redacciones y mejorar el compromiso y la reflexión, aunque es preciso que el concepto de “bien común” emerja de una comunidad que trabaja en una misma dirección.
En conclusión, “a pesar de la complejidad teórica para definir la “verdad”, o el intento de algunos actores políticos que desean crear una realidad alternativa, el buen funcionamiento del estado de derecho y de la democracia exige que los periodistas informen con verdad sobre los hechos fácticos de la vida pública.