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El Gobierno Foral entrega a sus familias los restos de tres anarquistas fugados del fuerte de Ezkaba en 1936

Los restos de Tomás Mardones y de Tomás Nache fueron encontrados en el cementerio de Berriozar y los de Segundo Hernández en la fosa de Elía (Valle de Egüés)

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La vicepresidenta Ollo con familiares y otras personas presentes en el

La vicepresidenta Ollo, en su intervención

Lander García, sobrino nieto de Segundo Hernández

La vicepresidenta Ollo con los familiares de Tomás Mardones

Pepi Salazar, sobrina de Tomás Nache

  • Los dos primeros fueron asesinados en 1936 acusados de intentar fugarse del Fuerte de San Cristóbal, y el tercero fue asesinado en Elía durante la gra

La vicepresidenta y consejera de Memoria y Convivencia, Acción Exterior y Euskera del Gobierno de Navarra, Ana Ollo, ha entregado esta mañana a sus respectivas familias, los restos de los alaveses Tomás Mardones Llorente y Segundo Hernández Blanco, y del almeriense Tomás Nache Guzmán, presos del Fuerte San Cristóbal ejecutados por los franquistas tras sus intentos de fuga. Los restos de Tomás Mardones y de Tomás Nache fueron encontrados en el cementerio de Berriozar de marzo de 2022 y los de Segundo Hernández en la fosa de Elía (Valle de Egüés) en 2015.

Al acto, celebrado en el Palacio de Navarra, han asistido además de familiares de los tres presos asesinados, miembros del Parlamento de Navarra, de la Comisión Técnica de Memoria Histórica, Defensor del Pueblo, representantes del Ayuntamiento de Berriozar, así como del Concejo de Elía, representantes de las asociaciones memorialistas, técnicos de la Sociedad de Ciencias Aranzadi y del laboratorio Nasertic. En el acto, que ha contado con el acompañamiento musical por parte de Javier Olabarrieta y María Jesús Abaigar, han intervenido, además de la vicepresidenta y consejera de Memoria, Acción Exterior y Euskera, Ana Ollo, Pepi Salazar, sobrina de Tomás Nache y Lander García, sobrino nieto de Segundo Hernández.

La vicepresidenta y consejera Ana Ollo ha expresado que fosas como la de Berriozar y Elío, así como espacios como el fuerte de San Cristóbal, convertido en una prisión inhumana, “nos hablan de unas muertes crueles por parte de quienes se creyeron dueños de vidas ajenas en aras de un proyecto totalitario que arrancó con la sublevación militar de 1936”. Asimismo, ha remarcado una vez más el compromiso del Gobierno de Navarra con las políticas públicas de memoria y la importancia del trabajo colaborativo entre instituciones, asociaciones y equipos técnicos para conseguir objetivos como el que hoy se cumple, entregando a los familiares los restos de estas personas. “Os debíamos este acto, que cierra un circulo que nunca se tuvo que abrir con el asesinato de vuestros familiares. Han sido demasiados años los que habéis esperado pero espero que este acto sirva de reparación social ante esta injusticia que nunca tuvo que ocurrir” ha señalado la vicepresidenta que ha transmitido la importancia de la colaboración de las familias para identificar los restos y la disposición del Gobierno de Navarra para prestar el apoyo necesario a las familias que deseen recuperar los restos de sus familiares represaliados además de la importancia de difundir sus historias para evitar la repetición de casos como los suyos. 

Gracias a todo ello, de los 21 cuerpos recuperados en esa fosa de Berriozar, con estos dos ya son tres los identificados y entregados a las familias. En noviembre del año pasado ya fue entregado a su familia José Creagh, compañero de fuga de Mardones y Nache.

Por su parte, de los tres cuerpos hallados en la fosa de Elía, el de Segundo Hernández es el segundo identificado, junto con Vicente Mainz Landa.

Militantes anarquistas procedentes de varios puntos de la Península

Tomás Mardones Llorente nació el 4 de mayo de 1912 en Vitoria/Gasteiz y era carpintero de profesión. Era miembro de la CNT y de la FAI y estaba relacionado con un activo grupo de anarquistas alaveses. Además, como varios de sus hermanos, fue futbolista de la plantilla del Deportivo Alavés. Otro de sus hermanos, Alejandro Mardones, también estuvo preso en el Fuerte de San Cristóbal, participó en la fuga de 22 de mayo de 1938 y fue asesinado en su transcurso, sin que hasta la fecha hayan podido ser identificados sus restos.

Tomás Mardones ingresó en el fuerte de San Cristóbal el 24 de junio de 1936, y, según el investigador Fermín Ezkieta, participó en un intento de evasión el 27 de julio de 1936, que conllevó la apertura del sumario 775/1936. El 1 de noviembre de ese año fue ejecutado extrajudicialmente con otros veinte compañeros presos. Tras su muerte, los cuerpos fueron trasladados al cementerio de Berriozar, donde una placa instalada por la asociación Txinparta-Fuerte de San Cristóbal, en 2009, recuerda sus nombres. 

Entre ellos se encuentra también el de Tomás Nache, miembro de la CNT, que tenía 22 años, era natural de Almería y carpintero de profesión. Ingresó en el fuerte de San Cristóbal el 22 de junio de 1936, y, según Ezkieta, participó en el mismo intento de evasión. Estos dos presos fueron ejecutados como represalia, meses después de la fuga.

Segundo Hernández Blanco, exhumado de la fosa de Elía en 2015, era, al igual que Tomás Mardones, natural de Vitoria y tenía 19 años cuando se produjo la fuga de mayo de 1938. Era militante de la CNT y fue detenido junto con otros jóvenes el 24 de julio de 1936, condenado a 20 años de prisión e ingresado en la prisión provincial de la capital vitoriana, hasta enero de 1937 en que fue trasladado al Fuerte San Cristóbal. Su padre, Joaquín, ya había sido asesinado el 14 de diciembre de 1936. En mayo de 1938 participó en la gran fuga junto con otros 795 presos, fue capturado y asesinado junto con otros dos compañeros, entre ellos Vicente Mainz, en Elía donde se encontraron sus cuerpos.

 Plan de Exhumaciones y de identificaciones del Instituto de la Memoria

Cabe recordar que, dentro del Plan de Exhumaciones del Gobierno de Navarra, el Instituto Navarro de la Memoria abordó la exhumación del cementerio de Berriozar en marzo de 2022, a partir del informe presentado por la asociación Txinparta y tras contrastar informaciones fiables en torno a la localización de la fosa común donde fueron localizados los cuerpos de estos 21 represaliados, que mostraban indicios evidentes de haber muerto por arma de fuego.

Sus identificaciones avanzan poco a poco, ya que apenas se cuenta con muestras genéticas de familiares de estos presos, habida cuenta de su dispersión geográfica.   El Instituto Navarro de la Memoria hace un nuevo llamamiento a la colaboración, tanto para la localización de posibles fosas, como para encontrar familiares de fugados y represaliados cuyas muestras genéticas puedan permitir nuevas identificaciones. Quienes puedan tener información relativa a localizaciones de fosas o enterramientos o deseen compartir su testimonio, pueden ponerse en contacto con el Instituto Navarro de la Memoria a través del correo inm@navarra.es. Todavía no ha sido posible contactar con familiares de:

·    José Pedro Cantero Tejada, de Badolatosa (Sevilla), 29 años
·    Juan Cruz Villar, de Santander (Cantabria), 19 años
·    Jacinto Curto Pérez, de San Juan de Torres (León), de 27 años
·    Manuel Hidalgo González, de Córdoba, de 20 años
·    Manuel González Amorós, de Torrevieja (Alicante), 28 años
·    Félix Manzanares Ortiz, de Horcajo de Santiago (Cuenca), 27 años
·    Antonio Marmaneu Estupiña, de Castelló de la Plana, 43 años
·    Hermenegildo Marquina García, de Barakaldo (Bizkaia), 25 años
·    Inocencio Martín Arranz, de Santa Cruz de la Salceda (Burgos), de 44 años
·    Juan Dionisio Ortiz Sanz, de Monehuela (Jaén), de 27 años
·    Epifanio Osoro Icolbaceta, de Durango (Bizkaia), de 22 años
·    Bernabé Rodríguez Presa, de León, 21 años
·    Ángel Santamaría Legaria, de Moreda (Araba / Álava), 35 años
·    Antonio Valdivielso Secada, Valienzo (Cantabria), 25 años

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