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María Caballero (UPN) traslada a Marlaska el malestar de las Fuerzas de Seguridad por la reforma de la ley mordaza

Para Caballero, “el Gobierno está en connivencia permanente con los herederos de ETA”

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  • María Caballero, en el Senado

La senadora de Unión del Pueblo Navarro (UPN), María Caballero, preguntará mañana al ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, durante la sesión de control en la Cámara Alta, por el pacto del Gobierno con EH Bildu para modificar la Ley de Seguridad Ciudadana (conocida como ley mordaza).

En concreto, la senadora regionalista planteará al ministro si “cree que EH Bildu es el mejor interlocutor para pactar los cambios que quieren hacer en la Ley de Seguridad Ciudadana”.

Según Caballero, el hecho de pactar la reforma de esta ley con Bildu “ha provocado un enorme malestar en muchos ciudadanos y, sobre todo, en la Policía Nacional y en la Guardia Civil, para las que representa una falta de respeto hacia su labor y todos los sacrificios que han hecho”. 

“Estos colectivos –explica la senadora– temen que las modificaciones de la ley puedan debilitar su capacidad de actuación en situaciones críticas y sienten que se está negociando su trabajo y su seguridad sin tener en cuenta sus necesidades o la realidad a la que se enfrentan día a día en las calles”.

“Aceptando las medidas que exige Bildu –concluye– se debilita la autoridad de los agentes, se les convierte en objetivos aún más vulnerables de odio y violencia, desprotegiendo precisamente a quienes día a día arriesgan su vida para garantizar nuestra seguridad”.

La senadora de UPN se refiere así algunos de los aspectos más polémicos de la nueva norma, que pone fin a las sanciones por falta de respeto a la autoridad, considera “leves” las faltas por desobediencia (antes eran “graves”), termina con el uso de pelotas de goma y aborda las devoluciones en frontera de un modo más garantista para los derechos de los migrantes.

Con todo, para UPN todavía es más grave el hecho de que “para el Gobierno ya no exista ninguna línea roja respecto a Bildu: se negocian presos por presupuestos, se permite acortar su tiempo de estancia en la cárcel e incluso se saltan todo lo prometido a las víctimas del terrorismo. En definitiva, están en connivencia permanente con los herederos de ETA”.



 

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