Un mismo producto de parafarmacia puede variar su precio hasta en un 47% en función del establecimiento elegido para comprarlo, según indica un estudio realizado por la Asociación de Consumidores de Navarra Irache en treinta oficinas de farmacia de la Comarca de Pamplona. Los datos extraídos muestran que el consumidor puede ahorrar doce euros en una compra con un coste medio de 50 euros.
Irache ha visitado treinta farmacias y ha preguntado por el precio de tres productos. Los resultados de este trabajo ponen de manifiesto que un mismo producto puede resultar hasta un 47% más caro según el establecimiento elegido. Ésta es la diferencia encontrada entre el precio más barato y el más caro para el gel de baño Eucerin de 1 litro: el más barato costaba 15,5 euros y el más caro, 22,9 euros. En la crema reparadora Avene Cicalfate de 100 ml, la diferencia de precios entre el más caro y el más barato es de 24%, de 18,9 a 23,5 euros según la oficina elegida.
Por su parte, en cuanto el envase de 100 ml de colonia infantil Suavinex, la oferta más económica estaba a 11,85 euros y la más cara a 13,90 euros, una diferencia máxima de 17%.
Doce euros de diferencia en una compra de 50
En la compra de estos tres productos el consumidor puede conseguir, según la oficina de farmacia elegida, un ahorro de más de 12 euros, pasando de pagar en una farmacia 46,1 euros a abonar en otra 59,1 euros.
En cuanto al producto que ya se repitió en el estudio de hace dos años, cabe señalar que su precio medio ha experimentado un encarecimiento moderado, de menos de un euro. Eso sí, ha resultado más difícil encontrarlo en algunas farmacias y no se ha ofrecido con promociones que se encontraron en 2022, cuando en varias oficinas ofrecían, por ejemplo, un extra de 400 ml de producto.
En el estudio no se han incluido las ofertas de farmacias online que venden solo por internet. Es cierto que en estos casos los productos son algo más baratos (la compra podría resultar entre dos y cuatro euros más barata), pero hay que tener en cuenta los gastos de envío (que pueden irse hasta los cuatro euros), que el producto no se puede obtener en el momento y que el cliente no puede contar con el asesoramiento que se da en las oficinas de farmacia.
Prácticas comerciales
El trato recibido fue muy correcto en todas las oficinas. Las prácticas comerciales también se han puesto de manifiesto: en más de una ocasión, si no tenían el producto de la marca solicitada, ofrecían otro similar de otra firma y contaban sus beneficios; en algún caso se han regalado muestras de otras marcas; también se ha sacado el producto solicitado del formato y embalaje que llevaba (con otros productos añadidos) para poder ofrecerlo al consumidor.
Al pagarse los productos con tarjeta de crédito, siempre se ha preguntado al cliente si quería tique. Eso sí, en algún caso sólo se ha entregado el resguardo de pago del datáfono, pero no así el tique donde consta el producto comprado, el precio, la fecha o los datos de la farmacia vendedora.
Más oferta, más productos, mejor atención
En opinión de Irache, el análisis muestra la competencia en el sector, lo que ha permitido que se amplíen los productos y marcas a disposición del público, se afinen las prácticas comerciales de asesoramiento y atención al cliente y se desarrollen un mayor número de promociones y descuentos de los que el ciudadano se puede beneficiar.
De esta manera, el consumidor, si se molesta en comparar precios y establecimientos, puede conseguir un importante abaratamiento del coste de parte de los productos que se venden en las farmacias.
